Ángel Gaitán recibe dos multas por ir con su coche clásico al programa de Iker Jiménez: "Almeida, que es divulgación"
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Ángel Gaitán ha visitado varias veces el programa en un coche clásico
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Señala que hay mucho enfado entre la gente por las multas que llegan a estos automóviles
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Iker Jiménez es el presentador del programa Horizonte. Un espacio en el que da voz a muchos temas que pueden ser de utilidad e interesantes para sus espectadores. En él, muchas veces, ha invitado a Ángel Gaitán, que ha dado consejos y ha informado sobre diferentes aspectos o situaciones en referencia a la mecánica y a los automóviles. La última vez habló acerca de los puntos de carga de los coches eléctricos, que fueron protagonistas durante la pasada Semana Santa. Este jueves, además, informó a Iker Jiménez que había sido multado en la ida y en la vuelta de uno de los últimos días que había ido a Horizonte.
Lo hizo durante su explicación sobre la razón de que los lugares de carga de los Tesla tuvieran problemas y crearan largas colas. "Por cierto, me ha vuelto a llegar una multa del TS19, ya te la pasaré", comentó Gaitán. Le comentó que le había llegado el del viaje de ida y ahora le había llegado el de la vuelta. En este sentido señaló que había "mucha gente enfadada" con las sanciones a los coches clásicos. "No deberían multarlo", señaló.
Ángel Gaitán fue al programa en un coche clásico
"¿Dos multas?", preguntó sorprendido el presentador del programa. Carmen Portet, copresentadora del programa quiso aprovechar para felicitarle que se casaba este fin de semana. Por ello, aprovechó Iker Jiménez para pedir "que nos quite la multa, que es divulgación". "Me cae muy bien, pero esto me parece injusto", comentó.
Un momento curioso en el que Ángel Gaitán comentaba su viaje con una furgoneta desde Aranjuez hasta el plató del programa. Un viaje que si bien lo hizo de forma adecuada y, según ponía, tenía una autonomía de 200 km, tuvo que realizarla con muchas precauciones en la vuelta. "Me marca 50 km", señaló ante la sorpresa de los que le acompañaron en la mesa añadiendo que "tuvo que ir a 70 km/h, no poner la calefacción y rezar a la virgencita". Un automóvil que, según refirió el propio mecanico, tiene un coste de 80.000 euros.