Circulando por la vía puedes encontrarte con hasta 400 señales de tráfico diferentes y marcas viales. Todas ellas están recocidas en el Reglamento General de Circulación, con el claro objetivo de reducir el número de accidentes que se producen en las carreras. Además, los muchos avisos que existen tienen también el objetivo de hacer los trayectos muchos más seguros para todos los ciudadanos. En definitiva, son una herramienta de vital importancia para el día a día de conductores y viandantes.
Al haber tantas señales, hay muchas que aparecen en momentos muy puntuales. Las menos conocidas requieren un estudio más exhaustiva, incluso alguna no la llegaremos a ver nunca. La información que existe sobre todas las señales es muy escasa, solo al presentarse para el examen de conducir uno se familiariza brevemente con todas ellas. Sin embargo, el conocimiento de dichas señales es de vital importancia para la seguridad de todos los presentes en las vías.
Con todo este contexto, aparece una de las marcas más inusuales vistas actualmente. Una señal amarilla que, en general, nadie sabe de qué se trata. Si en algún momento ves una cuadrícula amarilla en el asfalto, significa que hay una boca de incendios. Dicha cuadrícula lleva dentro un aspa, y lo han distribuido varios Ayuntamientos para informar a los bomberos de dónde se pueden nutrir de agua para emergencias.
El objetivo de la señal amarilla descrita anteriormente tiene una importancia superlativa. En este caso, indica el punto exacto bajo el cual se encuentran los hidratantes o bocas de incendios con la finalidad de que, en caso de emergencia, los equipos de bomberos los puedan localizar rápidamente desde el propio camión.
De este modo, los bomberos pueden acceder de manera más eficiente a los recursos hídricos necesarios para conectar sus mangueras y combatir los incendios con mayor rapidez.