Cuando alguien decide adquirir un vehículo y visita un concesionario de Mercedes, no está buscando precios bajos. Todo lo contrario, busca un automóvil que se destaque en calidad, tecnología, materiales, motores y seguridad. En resumen, los potenciales compradores aspiran a un nivel superior en todos los aspectos.
En este contexto, el Mercedes GLC ha sido uno de los modelos más exitosos para la marca alemana en Europa en los últimos años. Se sitúa un escalón por encima de los GLA y GLB en tamaño, ofreciendo una opción más amplia y familiar. Además, desde la versión básica, cuenta con tracción a las cuatro ruedas, lo que lo hace atractivo para aquellos que buscan aventurarse fuera del asfalto.
No obstante, el principal obstáculo de este modelo es su precio. La versión de entrada tiene un costo tan elevado que muchos lo descartan de inmediato. Superando los 60.000 €, la versión más básica del GLC puede aumentar considerablemente de precio al agregar opciones o mejoras de la marca. Aunque el Mercedes GLC ofrece calidad, tecnología y prestigio de marca, su precio elevado sigue siendo un obstáculo para muchos compradores en España. Esta situación podría llevar a una disminución en las ventas a medida que los consumidores buscan opciones más asequibles y racionales en el mercado de los SUV de lujo.
Es cierto que los modelos premium de la categoría del GLC no son significativamente más baratos, hay alternativas más racionales. El Audi Q5 o el BMW X3, por ejemplo, o los Volvo XC60 y Lexus NX ofrecen opciones interesantes. Sobre todo estos dos últimos, con precios más bajos y mecánicas híbridas auto recargables, también deben ser considerados.
A pesar de ser el segundo modelo más vendido de Mercedes en España, el alto precio del GLC sigue siendo un inconveniente importante. Muchos compradores potenciales optan por buscar alternativas más accesibles, lo que representa un desafío para Mercedes a largo plazo.