Ángel Gaitán pone el foco en la espuma de los asientos: puede llegar a resultar cancerígeno
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Ángel Gaitán volvió a aparecer en Horizonte
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Denunció que el sistema lleva desde 1970
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Ángel Gaitán volvió a visitar el programa de Horizonte. Tras hablar en las últimas veces sobre los coches eléctricos y los patinetes eléctricos, esta vez lo hizo sobre un componente que lleva muchos años en los asientos de los coches y que, según dislumbró un estudio británico, es cancerígeno. Un producto químico que se introduce en la espuma y que beneficia a la seguridad de los automóviles de cara a una norma que se introdujo en 1970 y de la que no se ha hecho ningún cambio desde entonces.
Ángel Gaitán señaló que sucede en todos los automóviles
Así lo expresa el estudio publicado en Environment Science & Technology, que revela la presencia de sustancias cancerígenas en los asientos de los coches. Un sistema de seguridad que lleva a tener cierto peligro en este sentido por el calor que pueden desprenderse tanto por las resistencias como por el hecho del que proviene del propio entorno. Ángel Gaitán hizo una muestra con una cámara térmica en el que se podían ver las resistencias funcionando. "Serpientes rojas", acertó a decir Iker Jiménez al ver la fotografía que mostró el colaborador cuando empezó a calentarse el asiento.
De esta manera, además de calentar al conductor, también a la espuma "que lleva un tratamiento para que cuando el coche se incendie, retarde el fuego". Algo que además, no se soluciona si no se pone la calefacción. "El calor también se genera dejando el coche aparcado al sol". Un asiento en el que además, el propio Ángel Gaitán señala que da igual el coche del que se hable porque "están hechos prácticamente todos de la misma manera".
El propio estudio señala, según se pudo ver en el programa de Iker Jiménez, que "el tris (1.3-dicloro-s-propil) fosfato (TDCIPP) se ha asociado con efectos negativos para la salud, alteración de la función de la hormona tiroidea y cáncer". “Nuestro estudio descubrió que los materiales interiores liberan sustancias químicas nocivas en el aire de la cabina de los coches", explicó Rebecca Hoehn, añadiendo que "es un problema para la salud pública importante" por la gran cantidad de horas que se pasa "el conductor medio" en el automóvil cada día".
De hecho, señala que es "particularmente preocupante para los conductores con viajes más largos, así como para los menores, que respiran más aire, en proporción, que los adultos".