Ojo con esta estrategia para ahorrar combustible: puede ser catastrófico y salir muy caro

Con los precios del combustible en constante aumento al tras año y a las puertas del verano, una época en la que aumentan los desplazamientos y suele dispararse aún más el precio de la gasolina y el diésel, muchos conductores buscan formas de reducir el consumo y las emisiones de sus vehículos de combustión. Y aquí en ElDesmarque te hemos hablado de algunas de ellas. Sin embargo, según fuentes expertas, algunas estrategias recomendadas pueden resultar contraproducentes y costosas a largo plazo.

Una de las recomendaciones más comunes es circular con el motor a bajas revoluciones para ahorrar combustible. Aunque esta práctica puede parecer beneficiosa a corto plazo, puede causar graves problemas al motor y al sistema de escape de tu coche. El motor de combustión debe alcanzar una temperatura óptima para funcionar correctamente. Circular a bajas revoluciones impide que el motor mantenga esta temperatura, lo que afecta su rendimiento y aumenta el consumo a largo plazo.

Conducir a bajas revoluciones puede ocasionar graves en el bloque motor

El filtro antipartículas (FAP o DPF), presente en los vehículos diésel y en algunos de gasolina, está diseñado para reducir las emisiones de partículas sólidas y NOx. Para que el filtro funcione correctamente, los gases de combustión deben alcanzar una temperatura adecuada. En trayectos cortos o en ciudad, donde el motor no se revoluciona lo suficiente, las partículas no se incineran completamente y se acumulan en el filtro, causando obstrucciones y posibles averías costosas.

Conducir a bajas revoluciones de manera habitual puede impedir la correcta incineración de estas partículas, acumulando hollín en el filtro y causando pérdida de potencia en el motor. La reparación o sustitución de un filtro antipartículas puede superar fácilmente los 1.000 euros, un gasto mucho mayor que el ahorro inicial en combustible.

Es importante que el motor del coche adquiera la temperatura adecuada

Además del filtro antipartículas, otros componentes del motor también pueden sufrir daños. La batería puede no cargarse adecuadamente si el alternador no funciona a plena capacidad. El árbol de levas puede experimentar lubricación insuficiente, causando desgaste prematuro. El flujo de aire reducido en los escapes puede generar corrosión y acumular gases, afectando el rendimiento del motor.

Para evitar estos problemas, es recomendable circular a velocidad constante y con el motor a unas 2.500/3.000 rpm durante 20 minutos cada dos semanas, especialmente en coches diésel. Esto asegura que los gases de escape alcancen la temperatura óptima, permitiendo la regeneración del filtro antipartículas y manteniendo el motor en buen estado.

Aunque este consejo puede aumentar el consumo de combustible a corto plazo, el coste es mucho menor comparado con una reparación costosa. Así que, la próxima vez que intentes ahorrar combustible, piensa a largo plazo y evita estrategias que puedan salirte muy caras.