Uno de los motivos por los cuales el Citroën C4 se ha convertido en uno de los modelos más vendidos de la marca francesa en los últimos años en España es porque, a diferencia de lo que ocurre con la inmensa mayoría de compactos, el modelo francés tiene un diseño que lo acerca mucho más a los SUV que a los compactos tradicionales.
Es más, este modelo puede presumir de tener unas dimensiones prácticamente exactas a las que tiene el Peugeot 2008, uno de los SUV más vendidos en España. Así, por mucho que en Citroën hablen de su C4 como un compacto, tiene un diseño que lo convierte prácticamente en un SUV, de ahí su éxito.
Lo mejor en este caso es que, teniendo en cuenta que las dos marcas forman parte del gigante europeo Stellantis, estos dos modelos comparten propuesta mecánica en sus versiones de acceso, un motor de gasolina de 100 caballos de potencia asociado a una transmisión manual que, eso sí, teniendo en cuenta la diferencia entre pesos y suspensiones, crea un comportamiento un poco diferente en cada uno de ellos.
Las diferencias evidentes llegan en cuanto al equipamiento de serie y también en algunos aspectos como la capacidad de carga, en los que el Peugeot se sitúa por encima. Sin embargo, teniendo en cuenta que el 2008 se queda justo por debajo de los 25.000 euros y el C4 se sitúa justo por encima de los 21.000 euros contando con todas las promociones y descuentos, no es que sean pocos los que vean en la opción de Citroën una opción mucho más interesante en cuanto a relación calidad precio.
No sería extraño entonces que, como ha ocurrido hasta ahora, por mucho que el 2008 siga siendo una opción más vendida que el C4 en España, el Citroën siguiera siendo toda la referencia entre aquellos conductores que buscar un compacto diferente.