Revisión sorpresa: esto te puede pasar si no tienes la ITV al día en carretera

Es crucial que los conductores tengan al día la tarjeta de la Inspección Técnica de Vehículos (ITV).  Es imprescindible que los vehículos estén en buen estado para garantizar su seguridad y la de otros usuarios de la vía. Y también para evitar sanciones. Mantener la ITV al día no solo es una obligación legal, sino una responsabilidad con la seguridad vial y el medio ambiente.

Cuando pensamos en la ITV, lo habitual es que nos vengan a la cabeza los típicos centros autorizados donde unos operarios realizan una serie de pruebas a nuestro coche. Este control obligatorio verifica el estado general del vehículo, incluyendo elementos como neumáticos, luces, frenos y emisiones.

Si viajas este verano por carretera, ten en cuenta que pueden hacerte una ITV sorpresa

Sin embargo, la ITV no tiene por que ser necesariamente en uno de estas estaciones. Y es que muchos conductores desconocen que las autoridades pueden pararnos en un trayecto para llevar a cabo una ITV en carretera.

En España, esta práctica se ha reforzado en los últimos seis meses. Según la Asociación Española de Entidades Colaboradoras de la Administración en la Inspección Técnica de Vehículos (AECA-ITV), se han realizado alrededor de 6.000 "ITV en carretera" en este periodo. Esta inspección, similar a un control rutinario de la Guardia Civil o la Policía, incluye una revisión técnica del vehículo en plena vía pública.

La ITV en carretera tiene como objetivo asegurar que los vehículos circulen en condiciones óptimas de seguridad y respeto al medio ambiente. Estas inspecciones son llevadas a cabo por agentes de tráfico, a veces acompañados por inspectores técnicos de las estaciones de ITV equipados con unidades móviles. Este tipo de control busca reducir accidentes causados por fallos mecánicos y disminuir la contaminación vehicular.

El análisis del vehículo puede ser muy exhaustivo

Existen dos modalidades de realizar una ITV en carretera: con o sin unidad móvil. En el primer caso, los agentes establecen un control y detienen ciertos vehículos para una inspección visual de elementos vitales como el sistema de frenado, la dirección, el alumbrado y los neumáticos. Además, si el vehículo transporta cargas, se verifica la eficiencia de los sistemas de sujeción.

Cuando la ITV en carretera incluye una unidad móvil, la inspección es más minuciosa. Los técnicos cualificados evalúan los frenos, la dirección, la suspensión y las emisiones contaminantes de manera similar a una inspección en una estación fija. Si se encuentran defectos graves, el vehículo puede ser trasladado a una estación fija para una revisión completa.

En caso de detectarse que el vehículo tiene la ITV caducada durante un control en carretera, se impondrá una sanción que puede oscilar entre 200 y 500 euros, dependiendo de las circunstancias. Además, el vehículo deberá dirigirse directamente a una estación ITV fija para pasar la inspección técnica correspondiente.