El Seat Arona, un SUV compacto que durante mucho tiempo ha sido el buque insignia de la marca española, está atravesando un período difícil. Después de varios años consolidado en el top 3 de los vehículos más vendidos, el Arona ha perdido terreno de manera significativa. En julio de 2024, las ventas del Seat Arona cayeron a 1.328 unidades, situándose en la 12ª posición mensual. En lo que va del año, ha vendido 13.603 unidades, ocupando la 4ª posición en el ranking anual.
Mientras tanto, el Seat Ibiza ha tomado la delantera, con 1.836 unidades vendidas en julio de 2024, posicionándose en el 7º puesto mensual y en el 3º puesto anual con 13.915 unidades vendidas.
Los motivos de su bajón pueden tener que ver con muchos factores. Aunque sin duda, no de los principales problemas que está afectando al Seat Arona es la falta de motores electrificados.
En un mercado que se mueve hacia la electrificación, el Arona ofrece solo dos alternativas de propulsión: una versión de acceso con un motor 1.0 TSI de 115 CV, disponible con transmisión manual o automática DSG, y una versión superior con un motor 1.5 TSI de 150 CV, exclusivamente con caja de cambios DSG.
La ausencia de opciones electrificadas es un desfase significativo para un SUV orientado a la circulación urbana. Los consumidores buscan cada vez más vehículos con tecnología híbrida o eléctrica que ofrezcan mejor eficiencia de combustible, menores emisiones y la etiqueta ECO. Esta carencia está pasando factura a Seat en forma de una caída de ventas.
Además, el precio del Seat Arona, que arranca en 20.940 euros, lo sitúa en una posición desventajosa frente a otros modelos electrificados que pueden encontrarse a precios más económicos.