El adiós definitivo de uno de los iconos de Ford está cada vez más cerca

El destino de la división europea de Ford está marcado por decisiones controvertidas y estrategias fallidas que han llevado a la empresa a una situación crítica. La gestión de Martin Sanders y sus defensores ha sido objeto de muchas críticas, especialmente por la falta de intervención de los administradores en Dearborn para detener una estrategia desacertada que ningún otro fabricante de su categoría ha seguido.

Una de las decisiones considerada como un gran error fue la eliminación del Fiesta, influenciada por una planificación errónea. La producción del nuevo Explorer eléctrico en la misma planta de Colonia que el Fiesta resultó en la desaparición inmediata del popular utilitario. Este movimiento dejó al Puma como el único representante en el segmento de los coches urbanos, retrasando el lanzamiento del Explorer eléctrico en un año y medio. Y todo ello mientras sus rivales siguen apostando por los Renault Clio, Opel Corsa o Seat Ibiza.

Ford sigue tomando decisiones al margen de las tendencias del mercado

La serie de decisiones cuestionables llega con la eliminación del Focus en un futuro próximo. Cahill anunció una reducción progresiva de las operaciones en la planta de Saarlouis, con el objetivo de finalizar la producción del Focus en noviembre de 2025. En su lugar, el heredero del EcoSport, que se producirá en Valencia como un vehículo multi-energía, y el Kuga asumirán el rol del Focus. Todo ello a pesar de que la Unión Europea está considerando el uso de combustibles sintéticos para extender la vida de los motores de combustión más allá de 2035. Kieran Cahill, vicepresidente de producción de Ford en Europa, afirmó que "Hemos hecho nuestros planes y ampliarlos no entra en la agenda. Ningún cambio en las reglas convencerá a Ford de seguir fabricando coches en Saarlouis".

La desaparición del Focus representa una pérdida significativa para Ford, ya que era uno de sus modelos más emblemáticos. Sin embargo, la empresa se está adaptando a un mercado en constante cambio, enfocándose en nuevos modelos y tecnologías. Este giro estratégico, aunque doloroso, es necesario para que Ford continúe siendo competitiva en la industria automotriz global.