Es más que lógico que, al pensar en un Smart, la inmensa mayoría de conductores en nuestro país se imaginan un pequeño urbano con un diseño claramente diferenciado del resto.
Al fin y al cabo, la marca asociada Mercedes se ha centrado en el segmento de los coches urbanos durante mucho tiempo, convirtiendo a su ForTwo, su primero modelo lanzado a finales de los 90, en una referencia.
Sin embargo, los que han seguido de cerca la evolución de este fabricante sabe muy bien que es una marca que ha cambiado de estrategia en los últimos tiempos, y que ahora ha decidido no tan solo apostarlo todo a los coches 100 × 100 eléctricos sino a convertirse en un fabricante que apuesta también por todo tipo de segmentos.
El mejor ejemplo de ello es que, más allá de que los nuevos #1 y #3 ya mostrarán el camino de estas nuevas intenciones por parte del fabricante, la marca presentador recientemente su nuevo #5, el modelo más grande que han diseñado y fabricado hasta ahora y que, de hecho, no tiene otro objetivo que robarle unas cuantas ventas al Tesla Model Y, un SUV que no es que sea precisamente un modelo urbano.
Más allá de que este Smart cuente con su propio lenguaje de diseño y muchos consideran que es todo un acierto en este sentido, otro de los grandes aciertos de la marca en este sentido es que este modelo podrá contar con versiones que superen los 600 caballos de potencia con tracción a las cuatro ruedas.
Además, independientemente de la versión, su autonomía superan los 700 km, aunque cabe tener en cuenta que esta cita se basa en el criterio de homologación, que suele ser mucho más generoso que el europeo, por lo que es muy probable que, cuando se ponga a la venta en Europa y el próximo 2025, su autonomía sea de unos 550-600 km.
En cualquier caso, estamos ante un modelo más top de un fabricante que ha dado un giro radical a su propuesta y que tiene como objetivo triunfar entre las premium que apuestan por los EV.