Noruega es el paraíso para Tesla y los eléctricos: los datos más sorprendentes

Noruega se ha consolidado como el auténtico paraíso para Tesla y los coches eléctricos, y los datos recientes lo demuestran. A partir de septiembre de 2024, el país nórdico ha alcanzado un hito: hay más coches eléctricos que de gasolina circulando por sus carreteras. Este cambio ha sido progresivo, pero imparable, reflejando la decidida apuesta de los noruegos por la movilidad sostenible.

Hace apenas una década, los coches eléctricos eran una rareza en muchos países europeos, pero en 2013, el Tesla Model S ya se posicionaba como el vehículo más vendido en Noruega. Para 2021, los coches cero emisiones representaban un sorprendente 65% de las ventas en ese país, lo que anunciaba una rápida transición hacia una flota mayoritariamente eléctrica.

Los coches eléctricos, a punto de dominar las carreteras en Noruega

Según datos recientes del Consejo de Información de Tráfico Vial de Noruega, a finales de agosto de 2024 había 751.450 coches eléctricos en circulación, frente a 755.244 coches de gasolina. Sin embargo, con las ventas mensuales de coches eléctricos superando los 10.000 vehículos, y las de gasolina reducidas a solo unos cientos, era inevitable que los eléctricos tomaran la delantera antes de terminar el año. Este hecho marca un antes y un después en la historia de la movilidad en Noruega.

Hoy en día, uno de cada cuatro coches en Noruega es eléctrico, y se espera que en los próximos tres o cuatro años más del 50% del parque automovilístico noruego esté compuesto por vehículos eléctricos. La clave de este éxito ha sido el apoyo gubernamental, tanto en subvenciones para la compra de coches eléctricos como en la creación de una excelente infraestructura de carga. En algunos momentos, incluso el Tesla Model 3 ha llegado a ser más asequible que un Toyota Corolla, gracias a estas ayudas.

A pesar de este avance, los coches diésel siguen dominando las carreteras noruegas, representando un 35% del parque automovilístico, aunque su popularidad ha disminuido drásticamente en los últimos años. Todo indica que, más pronto que tarde, los eléctricos también les ganarán la partida.