Que BMW siempre se ha caracterizado por ser un fabricante dirigido a aquellos que no tienen un presupuesto bajo no es que sea precisamente ningún secreto. Tampoco lo es que los coches 100% eléctricos se sitúan siempre por encima de la media de lo que se refiere a precio, por lo que la combinación de estos dos factores acaba derivando en que algunos de los BMW eléctricos más atractivos de nuestro mercado no es que sean precisamente opciones baratas.
Un buen ejemplo de ello es el BMW iX, un enorme SUV de 5 metros que puede presumir de ser una de las joyas de la corona de la marca alemana pero que, como bien saben los que se han interesado en él, tiene un precio más que prohibitivo: parte desde 85.000 euros.
No es casualidad entonces que sean muchos los que vean en opciones como el Ford Mustang Mach-e una alternativa muy interesante. Y es que, si bien es cierto que evidentemente a nivel de estatus en el mercado el modelo de BMW se sitúa muy por encima del modelo americano, el SUV eléctrico de Ford no es que sea precisamente un modelo y sencillo ni poco atractivo en ningún sentido.
Lo mejor en su caso es que, pese a que tiene un precio de partida que se queda un poco más de 40.000 euros, es decir, cuesta la mitad que el BMW, a nivel de prestaciones es un modelo muy similar.
En el caso de BMW, la versión de acceso que llega con una mecánica de poco más de 300 caballos de potencia, mientras que la del Ford se queda en poco más de 270 caballos, la diferencia que no es exagerada. Tampoco lo es en lo que se refiere autonomía, con 426 km en el caso del BMW y 439 km en el caso del Ford, en los dos casos en sus versiones de acceso.