Ángel Gaitán muestra encantado un SAAB Turbo moderno y critica el trato de un mecánico: "Podía haberle mordido la mano un marrano"

Ángel Gaitán comenzó fuerte su vuelta al trabajo y tras denunciar en varias ocasiones tanto a marcas ha sido tajante en la forma de trabajar de varios compañeros. Desde el hecho de poner el tapón de plástico para tapar un cárter al último vehículo que le llegó al taller y que le encantó tanto que quiso mostrarlo en redes. Eso sí, con mensaje hacia un mecánico que no supo subsanar algunos problemas "sencillos" que tenía de la forma adecuada.

El mecánico influencer comenzó señalando que, seguramente el SAAB Turbo 900 16 válvulas que estaba mostrando "es un coche que no habéis visto en vuestra vida". "Son palabras mayores", anunció, recalcando que en aquella época tener un coche turbo y encima SAAB era muy difícil. En ese momento quiso acordarse de Juan Díaz, "que es el futuro propietario de este vehículo". Se trataba de un vehículo que había sido de su abuelo y su padre lo recuperó hace unos años con la duda de si merecía ponerlo en marcha.

Ángel Gaitán denunció el mal trabajo de alguno de sus compañeros de profesión

Un hijo que el propio propietario desveló a Ángel Gaitán que había nacido "en una época equivocada", haciendo ver que "le mola esto".  "Esto es una maravilla y considero que debe seguir permaneciendo en el tiempo", afirmó. Seguidamente, con el capó levantado señaló los diferentes problemas que tenía el coche. El primero, tras retar a sus seguidores el año de fabricación, comenzó a señalar que había una válvula que estaba floja. Lo demostró moviéndola y expuso que se estaba saliendo el gas. De ahí que el aire acondicionado funcionara en función de la presión del sistema.

Posteriormente, mostró varios sensores que estaban desechos. "El propietario me dice este coche se calentaba y ahora no", expuso, añadiendo que los problemas eran cosas sencillas, a pesar de que fuera un coche antiguo. Mientras mostraba diferentes partes de la zona delantera del coche elogió el sistema de recirculación del aire a través de un servomotor. "Fijaos, cerramos o abrimos la entrada de aire", elogió añadiendo que se trataba de un sistema "maravilloso" y que se podía reparar de forma sencilla por estar suelto.

Señaló que estaba encantado con el coche que le acababa de llegar

Entonces comenzaron las críticas al mecánico que tocase el vehículo antes que él. "Vemos restos de silicona de algún mecánico que podía haberle mordido la mano un marrano como se suele decir", comentó, señalando que esto hacía que en el coche se hiciera como un sandwich. "Mirad la cantidad de silicona que hay", comentó, señalando que la misma silicona que sale a los lados va hacia dentro "y que caiga para dentro no es bueno".

Tras ello, mostrar un sensor que estaba cogido con cinta aislante y no hacía contacto. "Entonces, claro, ni marca temperatura, ni salta el electro", desveló, haciendo incapié en el sensor del electro que también estaba suelto y tirando agua. De ahí que señalara que la cosa no era que el coche no se calentara, sino que no se podía saber si el coche se estaba calentando o no. "Eso no venía así de fábrica", señaló, exponiendo que fue algún mecánico que en lugar de perder diez minutos en cambiarle terminales y hacerle un conector, decidió encintar. "Quitáosla de los talleres porque no merece la pena".