Lo nunca visto: el CEO de Ford ridiculiza a tres de sus modelos más icónicos

En un movimiento inesperado, el CEO de Ford, Jim Farley, ha sorprendido al mundo automotriz. Lo ha hecho con unas duras críticas sobre tres de los modelos más icónicos de la marca. Estos modelos, que en su día fueron pilares de Ford en Europa, han sido eliminados de su catálogo. Una decisión que no solo ha generado polémica entre los seguidores de la marca, sino que también ha dejado una profunda huella en el sector.

Los tres modelos afectados son el Ford Mondeo, el Ford Fiesta y, próximamente, el Ford Focus. Estos vehículos, que durante décadas se posicionaron como referentes en sus respectivos segmentos, han sido descartados por el fabricante. Algo que muchos consideran un error estratégico. Según Farley, la razón detrás de esta decisión no es solo la caída en ventas, sino una visión de futuro en la que estos coches son vistos como "coches aburridos", y no dignos de la nueva etapa que Ford pretende iniciar.

El CEO de Ford ningunea a tres de los modelos más icónicos de la marca norteamericana

El Mondeo, una de las berlinas más emblemáticas de Ford, y el Fiesta, un utilitario que ganó la confianza de millones de conductores, ya no se fabrican. Pero lo más sorprendente ha sido la noticia de que el Focus, uno de los modelos más vendidos en Europa, también dejará de producirse en 2025. Esta decisión ha generado desconcierto, sobre todo porque el Focus sigue siendo popular en muchos mercados.

Lo más impactante ha sido la forma en que Farley ha justificado estas eliminaciones. En una entrevista con la revista británica CAR, el CEO afirmó que Ford busca "salir del negocio de los coches aburridos y entrar en el negocio de los vehículos icónicos". Con estas palabras, Farley dejó claro que la marca no tiene intención de revivir modelos como el Fiesta, el Mondeo o el Focus. En lugar de ello, Ford quiere centrar su estrategia en modelos como el Mustang, el Bronco y el Raptor, vehículos que antaño eran secundarios pero que ahora son vistos como el futuro de la compañía.

Esta decisión, aunque arriesgada, refleja el nuevo enfoque de Ford en vehículos más emocionantes y distintivos. Sin embargo, para muchos aficionados, la desaparición de estos clásicos supone una gran pérdida en el catálogo de la marca.