Los que siempre han tenido a Citroën como una de sus marcas de referencia sabes muy bien que el fabricante francés ha dado un importante paso adelante con las nuevas generaciones tanto de su C3 como del C3 Aircross.
Y es que, si el C3 ha pasado de ser un pequeño utilitario a un pequeño SUV, la versión Aircross ha aumentado su tamaño de tal manera que ahora se convierte en una opción incluso interesante para aquellos que buscan un modelo con siete plazas, con mucha más habitabilidad y mucha más capacidad de carga que la generación anterior.
Pero el verdadero argumento a favor de este nuevo Citroën es que, como ocurre con el C3, esta versión más familiar se caracteriza por tener una relación calidad precio prácticamente imbatible en el mercado actual.
Tal y como podemos ver en el configurador del fabricante, la versión de acceso de este modelo tiene un precio que se queda justo por debajo de los 19.000 euros, un precio que lo dejan muy por debajo de la inmensa mayoría de modelos de su categoría y de su tamaño.
Cuenta con un motor de gasolina de 100 caballos de potencia asociado a una transmisión manual, una mecánica que no ofrece precisamente prestaciones de coche deportivo pero que sí que es más que suficiente para mover con soltura este modelo en todo tipo de situaciones teniendo en cuenta sus limitaciones evidentemente.
Donde sí que se queda un pequeño escalón por debajo de algunos de sus rivales directos se lo que se refiera equipamiento, entre otras cosas porque la versión más básica de todas no cuenta, por ejemplo, con un sistema de info entretenimiento sino que llega con un soporte para que sea el teléfono móvil al que haga esa función.
Pero para los que buscan un coche sencillo, amplio, con buena capacidad de carga y con un diseño interesante, esta nueva generación es, por precio, una opción realmente tentadora.