Comprar un coche en Canarias puede resultar significativamente más económico en comparación con la península, gracias a su particular régimen fiscal especial. El IGIC (Impuesto General Indirecto Canario) sustituye al IVA, y sus tipos impositivos son mucho más bajos. Esto hace que el precio final de los vehículos en el archipiélago sea notablemente inferior.
El IGIC varía dependiendo del tipo de vehículo y su potencia fiscal. Por ejemplo, los coches con 11 caballos fiscales o menos pagan un reducido 9,5%, mientras que los de mayor potencia están sujetos a un 13,5%, todavía inferior al 2 % del IVA aplicado en la península. Además, los vehículos eléctricos e híbridos están completamente exentos de este impuesto, fomentando su adquisición en la región.
La diferencia es palpable: un coche con un precio base de 20.000 euros costaría 24.200 euros en la península (con IVA), mientras que en Canarias su precio se quedaría en 21.900 euros al aplicar el IGIC reducido. Sin embargo, estas ventajas fiscales tienen ciertos matices que conviene considerar antes de tomar una decisión.
Si resides en Canarias y decides comprar un coche en la península, es necesario asumir el mayor coste inicial debido al IVA y gestionar los trámites de importación. Entre ellos destacan el transporte del vehículo, la devolución del IVA, y la adaptación del mismo a la normativa canaria. Contar con asesoramiento puede ser clave para simplificar el proceso.
Por otro lado, trasladar un coche comprado en Canarias a la península requiere cumplir estrictos requisitos administrativos. Es imprescindible, por ejemplo, que el coche tenga al menos seis meses de antigüedad, y que sea para uso personal. Además, no podrá ser vendido durante el primer año tras el traslado.
Los trámites incluyen presentar documentos como el certificado de residencia, el permiso de circulación, y la tarjeta de inspección técnica. Si no se cumplen las condiciones, se deberá pagar el IVA correspondiente y podrían aplicarse sanciones.