BMW ha confirmado una noticia que hará vibrar a los entusiastas de los deportivos: el futuro BMW M3 mantendrá su legendario motor de seis cilindros en línea, incluso con la llegada de su variante totalmente eléctrica. Con esta decisión, BMW demuestra que es posible equilibrar tradición e innovación, ofreciendo opciones que celebran su historia mientras se adaptan a un mercado en evolución. Para los petrolheads, esta noticia confirma que aún queda gasolina para disfrutar.
El primer M3, lanzado en 1986, estableció un estándar en el segmento de berlinas deportivas, y BMW no está dispuesto a romper ese legado. En un momento en que la electrificación domina los planes de muchas marcas, BMW apuesta por una estrategia dual que busca satisfacer tanto a los puristas como a los innovadores.
Aunque el próximo Serie 3 se basará en la plataforma eléctrica Neue Klasse, el M3 térmico seguirá en producción, adaptándose a las normativas de emisiones Euro7 mediante el uso de microhibridación. Esto garantiza que el icónico sonido y emoción del motor de combustión sigan vivos, algo esencial para los seguidores más tradicionales.
El M3 eléctrico, previsto también dentro de esta nueva generación, promete ser una revolución técnica. Con una potencia estimada que podría superar los 1.000 caballos, marcará un antes y un después en el rendimiento de los deportivos eléctricos. Sin embargo, BMW sabe que, aunque ofrezca cifras impresionantes, la experiencia visceral de un motor térmico es insustituible para muchos.
El enfoque de BMW para el M3 es un homenaje al pasado y una mirada al futuro. Frank van Meel, jefe de la división M, ha asegurado que esta decisión busca responder a las demandas de todos los clientes, desde los más apasionados por la gasolina hasta los que buscan innovación eléctrica. Además, el diseño del futuro M3 térmico se actualizará profundamente, conservando elementos icónicos como sus cuatro tubos de escape.
A diferencia de otros modelos como el M5 híbrido enchufable, el M3 térmico rehuirá esta tecnología para preservar su ligereza y agilidad. Este compromiso refuerza la posición del M3 como un referente de deportividad pura, sin concesiones.