Mazda también tendrá un modelo retro con tecnología punta

Renault lo ha hecho con el 5. Y antes fueron, entre otras, Fiat con el 600, MINI con el Cooper o Volkswagen con el Beetle. Ahora es Mazda la que tendrá su modelo retro adaptado a los nuevos tiempos. En este caso, sin embargo, no es exactamente la marca japonesa la que trae al futuro el modelo del pasado.

El Mazda MX-5 de primera generación, también conocido como Miata, un clásico querido por su diseño de faros escamoteables y espíritu deportivo. Ahora, gracias a iniciativas como las de la empresa británica Electrogenic, este icónico modelo puede recibir una segunda vida como un coche eléctrico de altas prestaciones, manteniendo su esencia retro.

Si tienes un Miata, ahora puedes adaptarlo a los nuevos tiempos

Electrogenic, con sede en Oxford, es especialista en "restomods", que combinan diseño clásico con tecnología moderna. Han desarrollado un sistema que permite reemplazar el motor de combustión del MX-5 por uno eléctrico, sin alterar su estructura. Este grupo motriz ofrece 160 CV, 44 más que el motor original de gasolina, permitiendo alcanzar una velocidad máxima de 185 km/h con un par motor de 310 Nm.

El sistema eléctrico se alimenta de una batería de 42 kWh, estratégicamente colocada para no comprometer el equilibrio del vehículo. A pesar de un aumento de solo 100 kg en el peso total, el MX-5 convertido promete una conducción ágil y emocionante, especialmente en tramos de curvas. Sin embargo, la autonomía es limitada: 240 kilómetros, aunque la batería puede recargarse en solo una hora.

No es barato, pero si eres un amante de lo retro no te podrás resistir

Mazda ha mostrado interés en explorar esta combinación de estilo clásico y tecnología moderna, y aunque el MX-5 eléctrico actual es una transformación independiente, es posible que inspire futuros desarrollos de la marca. Este enfoque conecta con una creciente demanda de coches que ofrezcan nostalgia y sostenibilidad.

El costo de este kit de conversión es elevado, 24.000 euros, lo que plantea la pregunta de si este tipo de transformaciones es un sacrilegio o una evolución necesaria. Sea como sea, Mazda demuestra que es posible preservar el espíritu de un clásico mientras se adapta a un mundo más sostenible.