El Salón del Automóvil de Bruselas de este año ha sido testigo de una noticia que ha dejado a muchos boquiabiertos. Jeep, la emblemática marca americana, ha anunciado la desaparición de uno de sus modelos más reconocidos: el Grand Cherokee. Esta decisión, calificada por muchos como controvertida, marcará el fin de una era en Europa, donde este SUV dejará de comercializarse en 2025.
El Grand Cherokee será sustituido por el Wagoneer S, un SUV eléctrico que, según Jeep, representa el futuro de su gama. Este cambio responde a una estrategia que prioriza la electrificación. Aunque el razonamiento detrás de esta decisión resulta difícil de justificar. En un mercado europeo donde las ventas del Grand Cherokee ya eran escasas –tan solo 75 unidades matriculadas en España en 2024–, las perspectivas de éxito del Wagoneer S son, como mínimo, inciertas.
El principal problema radica en que el Grand Cherokee híbrido enchufable. Pese a portar la Etiqueta ECO, no cumplía con los estándares de emisiones necesarios para obtener la etiqueta Cero. Con 66 g/km de CO₂, sus cifras eran significativamente más altas que las de sus competidores directos, un hecho que ha pesado en la decisión de Jeep de retirar el modelo del mercado.
Sin embargo, la estrategia de la marca podría interpretarse como un riesgo innecesario. En lugar de actualizar y optimizar el Grand Cherokee para mejorar sus emisiones y mantenerlo competitivo, Jeep ha decidido apostar exclusivamente por el Wagoneer S eléctrico, confiando en que los consumidores europeos acepten este cambio de paradigma.
Esta decisión llega cuando competidores como el Cadillac Lyriq están ganando terreno en el mercado europeo. Algunos expertos opinan que Jeep podría haber presentado el Wagoneer S como un complemento a su gama, en lugar de eliminar al Grand Cherokee de forma definitiva.
El anuncio también confirma que la versión actualizada del Grand Cherokee, avistada el pasado verano, no llegará a Europa. Aunque no era un SUV líder en ventas, su desaparición deja un vacío en la oferta de Jeep que podría ser difícil de llenar con un modelo eléctrico aún sin consolidar.