Por fin salvados

Convencido de sus ideas, Víctor Sánchez del Amo apostó por la continuidad para el partido decisivo que su equipo afrontaba en El Madrigal. Con Luisinho y Lopo descartados y en A Coruña, el técnico apostó por Juanfran para suplir la baja del sancionado Navarro en el lateral izquierdo. Además, Álex Bergantiños ingresó por Borges y la principal novedad estuvo en el dibujo: por primera vez desde la primera vuelta, Fajr volvió a actuar como interior formando así un 4-5-1 en el que Fede y Luis Alberto ocupaban los costados.

Ante un Villarreal repleto de suplentes y en el que destacaba la presencia de Barbosa bajo palos, tercer portero de la plantilla amarilla, el Dépor salió esta vez con personalidad y quiso la pelota desde el primer momento. Con Álex y Fajr muy entonados, fue Luis Alberto el primero que avisó al enganchar una volea dentro del área a centro de Laure que se encontró con el poste. 
A partir del cuarto de hora, pasó un mejor tramo el cuadro de Marcelino y se hizo con el dominio de la pelota, pero esta vez se mostró seguro Manu y realizó hasta tres intervenciones para mantener la puerta a cero. Cumplida la media hora de juego y justo después de que a Lucas se le escapara el control ante Barbosa, fue Fajr el que abrió el marcador con un derechazo espectacular desde la frontal que se coló por la escuadra.
Desde entonces, la calma y tranquilidad reinó en el encuentro tanto antes como después del descanso. Serio y ordenado, el Dépor supo lograr que se jugara lejos de su área y en prácticamente su primer acercamiento de la segunda mitad anotó el 0-2. Lucas Pérez, a la carrera tras un pase largo de Luis Alberto, ganó en velocidad a los defensores y fusiló a Barbosa por arriba cuando ya pisaba área.
Acto seguido, realizó el primer cambio Víctor y retiró a Fede Cartabia para dar entrada a Jonás Gutiérrez, tratando de cerrar el partido. Lo consiguió y apenas un cabezazo de Leo Baptistao que terminó en el palo fue el único peligro sobre el área de Manu Fernández. 
Veinte partidos después, el Dépor logró mantener por fin la puerta a cero y sumó así su segundo triunfo de la segunda vuelta, alcanzando los 42 puntos y la salvación matemática tras el sufrimiento de las últimas semanas. Por tercer año consecutivo, A Coruña tendrá fútbol en Primera División.