La fiesta fue para Pletikosa

En el que parece que será su último once como técnico del Deportivo, Víctor Sánchez del Amo decidió tener un detalle con Manuel Pablo y Stipe Pletikosa y apostó de inicio por ambos en la que podría ser su despedida del fútbol profesional. Segura la del croata y presumible la del canario. Ellos y Navarro, que regresaba tras sanción, fueron las novedades con respecto al equipo que venció en Villarreal. Es decir, Álex Bergantiños mantenía su puesto en el centro del campo con Celso Borges arrancando desde el banquillo. Enfrente, un Real Madrid que necesitaba vencer y esperar para ser campeón de Liga y apostó por su alineación de gala: Casemiro por detrás de Modric-Kroos y la BBC en ataque.

Demostrando lo que se jugaba y también el evidente desnivel individual, salió dominador el equipo de Zinedine Zidane y sometió al Dépor durante la primera media hora. Con las líneas muy juntas, los gallegos eran incapaces de salir de su campo mientras veían a los merengues circular de lado a lado con calma y precisión. La dirección de orquesta de Modric y las apariciones de Bale entre líneas fueron las principales armas para desnivelar el encuentro hacia el lado blanco.
De hecho, fue el galés el que realizó la jugada del gol que abrió la lata: recibió en la izquierda, desbordó a Manuel Pablo, la puso al área y, tras un mal remate de Benzema, la pelota le cayó en área chica a Cristiano para empujarla. Apenas un cuarto de hora después y sin que el Dépor pudiera inquietar a Keylor, llegó el segundo en una acción de estrategia rodeada de polémica. Cristiano se impuso a Mosquera y remató de cabeza a la red a la salida de un córner, pero Arribas estaba mientras tendido en el suelo por un manotazo que no vio o no quiso señalar Mateu Lahoz.
Con el 0-2, empezó a tenerla un poco más el Dépor pero aún así se fue al descanso con dos disparos lejanos de Fede como único balance ofensivo y habiéndose salvado del tercero: Cristiano se encontró dos veces con el palo y Pletikosa hizo una buena intervención ante Benzema.
En el descanso, en el que Cristiano dijo basta y fue sustituido por James, el protagonismo fue para Arsenio Iglesias. Historia viva del deportivismo, el de Arteixo recibió la insignia de Oro y brillantes por parte del club y fue tremendamente ovacionado por un Riazor en pie. Más que merecido reconocimiento al que seguramente sea el hombre que más ha dado a esta entidad.
A la vuelta de vestuarios, mejoró el Dépor y pasó a llevar el peso del encuentro, seguramente como consecuencia de que el Real Madrid ya sabía que el Barça estaba haciendo los deberes en Granada. Lucas, que apenas había dispuesto de balones en el primer tiempo, fue el primero en probar a Keylor con un buen disparo raso y hasta Manuel Pablo se animó con un zurdazo desde la frontal que se fue arriba pero encontró la ovación de la grada.
A falta de 20 para el final, sería el central fabrilista Róber, que acababa de ingresar por Arribas, el que dispondría de la más clara al cabecear solo y a bocajarro en un córner, pero se encontró con Keylor Navas. Poco después, realizó doble cambio Víctor dando entrada a Borges y Oriol por Mosquera y Fajr y llegó también el momento de protagonismo para Pletikosa: aunque la jugada ya estaba anulada por fuera de juego, el croata realizó una doble intervención ante James que recibió la ovación de la grada. Cuando se disponía a sacar de puerta, el veterano guardameta se giró para devolver el cariño al fondo de Pabellón y a partir de ahí se sucedieron los aplausos mutuos en varias ocasiones.
Sin más historia, se terminó un partido que puso fin a la temporada y también a la carrera de Stipe Pletikosa. El croata, que había reconocido en los medios de su país que no jugará más, fue manteado por sus compañeros en el centro del campo primero y dio después una vuelta de honor al estadio acompañado de su hijo y saludando a la grada. No así Manuel Pablo, dejando aún dudas sobre su futuro.