Luisinho y Víctor acaban con las dudas

La rumorología, que como en cualquier ciudad futbolera en A Coruña también es imparable, no tardó en asegurar que las ausencias se debían a asuntos disciplinarios. Desde su titularidad en el Benito Villamarín, Luisinho encadenó casi dos meses sin ni siquiera entra en las convocatorias y la pregunta a Víctor Sánchez del Amo se hizo convirtió en un habitual de las ruedas de prensa: ¿Por qué?
El técnico se empeñó en asegurar, aunque sin mucho éxito, que su decisión solo correspondía a temas físicos y tácticos. De hecho, cansado de contestar siempre a la misma cuestión, explicó detalladamente la situación antes del partido ante el Levante: "es rotundamente falso que le esté pasando factura el incidente. Ese tema está totalmente zanjado. Luisinho está doblemente fastidiado porque no está disponiendo de minutos y además porque está lesionado, pero después de aquel incidente estamos muy contentos con su cambio de actitud y yo he hablado con él en varias ocasiones para manifestárselo personalmente”. 
Después de dos semanas de continuo trabajo y en el que se despidió por completo de sus molestias físicas, el portugués regresó a la lista contra el Celta y se convirtió en la gran sorpresa de la alineación inicial: dispuso de su segunda titularidad de la temporada imponiéndose a jugadores como Fayçal, Jonás o Cartabia, que venían ocupando los costados de forma habitual.
Y en el mejor escenario posible, el luso volvió a mostrarse como un futbolista sólido aún en la posición que menos le gusta: la de centrocampista de banda. Desde su llegada al Deportivo, el ex del Benfica ha alternado las dos posiciones del costado zurdo pero siempre ha sostenido que su preferida es la de lateral, que este curso está en poder de Navarro. Sin embargo, su trabajo defensivo fue clave para frenar las incorporaciones de Hugo Mallo y su buena capacidad en conducción para ayudar a que su equipo saliera al contraataque. 
Incluso amonestado, Víctor decidió dejarlo sobre el césped los 90 minutos, cerrando así de una vez por todas las dudas sobre su figura y dejando claro que el de Porto vuelve a ser un jugador más de la plantilla.