Despedida prematura
La segunda unidad del Deportivo se probaba a sí misma en el estreno copero del cuadro blanquiazul ante el Real Zaragoza en La Romareda. Regresaba Natxo González a territorio maño, donde su salida rumbo a la ciudad herculina todavía escama, y lo hacía poco ilusionado con una competición diseñada para ser peleada por los equipos más potentes de Primera. A la postre, y aunque el equipo reaccionó en el último tercio del choque, el Dépor dejó la Copa de forma prematura (2-1). Nadie llorará la eliminación.
Transcurría el minuto seis de partido cuando Bóveda, Krohn-Dehli y Mosquera no se mostraron del todo contundentes en la frontal del área deportivista, y Papu, el atacante georgiano del Real Zaragoza, lo aprovechó para batir a Adrián Ortolá. En frío, 1-0. Con un buen golpeo de media distancia, los blanquillos dieron el primer puñetazo sobre la mesa y al Dépor se le comenzó a poner cuesta arriba la Copa merced a su falta de contundencia en la retaguardia.
Papu adelantó al Real Zaragoza en el minuto 6
Tratando de deshacerse del dominio local, los jugadores blanquiazules quisieron hacerse con la pelota, pero a los hombres de Natxo González les costó una barbaridad llevar la iniciativa. Tan solo las incorporaciones de Gerard Valentín por el sector derecho del ataque y alguna acción puntual de Carles Gil y Víctor García inquietaron a una zaga del Zaragoza no demasiado exigida.
Los maños, cómodos durante los primeros cuarenta y cinco minutos, volvieron a dar un paso al frente ante la pasividad blanquiazul y se acercaron a las inmediaciones de la portería defendida por Ortolá a través de centros laterales y disparos desde la frontal. La insistencia de Pombo y Papu hizo sufrir a Bóveda, Mosquera o Dubarbier, todos ellos incómodos y superados. Mención especial merecen las prestaciones del lateral izquierdo argentino, muy por debajo del nivel mínimo exigible para un jugador que llegó, teóricamente, con la vitola de titular.
Dubarbier, superado de principio a fin en La Romareda
El paso por los vestuarios no alteró lo vivido en el primer periodo. El Zaragoza, más enchufado, dobló su ventaja en el marcador en una nueva situación mal defendida por el Dépor. Buff le ganó la espalda a Mosquera y colocó un un centro lateral entre Somma y Dubarbier que Pombo no desaprovechó con su cabeza. El canterano blanquillo no perdonó a escasos cinco metros de la línea de gol bajo la desesperación de un Ortolá batido antes del propio testarazo.
Cuando el partido amenazaba con convertirse en una tortura para el Deportivo, Edu Expósito recibió la pelota en el círculo central, encontró al espacio a Fede Cartabia y el atacante argentino batió por abajo a Álvaro Ratón recortando repentinamente las diferencias.
Cartabia limó diferencias en el minuto 53
Espoleado por ese empujón anímico, el cuadro blanquiazul dio un paso adelante: Carlos Fernández reemplazó a Víctor García y Natxo demostró ambición, priorizando el choque copero al duelo liguero ante el Alcorcón fijado para el próximo sábado en tierras madrileñas.
Bóveda, a puerta vacía, y Krohn-Dehli, cuyo remate raso repelió la madera, dispusieron de sendas opciones para batir a Álvaro Ratón y firmar así la igualada. La falta de acierto en los últimos metros cuando el Dépor transmitía mejores sensaciones acabó con las esperanzas de la plantilla coruñesa.
El Dépor se despide de la Copa y piensa ya en el Alcorcón, donde el cuadro blanquiazul perseguirá su objetivo real, que no es otro que el de paso a paso hacer camino para regresar cuanto antes a Primera. La Copa ya es pasado.
