¿Qué cambió Natxo González contra el Rayo?
Las posiciones de partida de Quique González y Carlos Fernández y el paso a la defensa de cinco hombres en la recta final del choque son algunos de los puntos de interés que nos deja el Rayo Majadahonda-Deportivo disputado en el Cerro del Espino (0-0).
La permuta entre Carlos Fernández y Quique González
De inicio, Natxo González desplazó a Carlos Fernández al sector derecho de la delantera y ubicó a Quique González en el lado fuerte del Dépor, con Saúl García como lateral izquierdo y Edu Expósito en el vértice izquierdo del rombo. Sin conocer los motivos reales del míster para tomar esta decisión, la medida permitió compensar en cierto modo las limitaciones asociativas de Eneko Bóveda y Didier Moreno en la banda derecha blanquiazul. Carlos se ofreció de espaldas en su área de influencia y combinó con Carles o Edu antes de pisar el área mientras el equipo se desplegaba por el ala izquierda. Con Quique en una zona menos habitual para él en lo que llevamos de temporada, el Deportivo ganó ruptura al espacio por el carril donde Gil hizo rodar más y mejor la pelota –el valenciano se encuentra más cómodo orientándose hacia la izquierda cuando estudia enviar el balón a la espalda de los centrales o laterales–.
La movilidad del delantero vallisoletano, unida a las incorporaciones de Saúl y la soberbia lectura de Carles, activaron al ataque del Deportivo durante el primer tiempo. El equipo encontró la vía de agua del Rayo Majadahonda en esa parcela y Quique, buscando posición de remate en el primer palo, y Carlos, atacando el esférico desde el punto de penalti, dispusieron de un par de oportunidades claras para batir a Basilio. La permuta entre los puntas dio los frutos esperados, aunque la falta de eficacia en los últimos metros impidió trasladar ese beneficio al marcador.
Un ajuste táctico necesario
Si contra Osasuna el Dépor acabó el partido en 4-2-3-1 para adaptarse a la defensa de cinco 'rojilla', frente al Rayo Majadahonda finalizó el choque en un innovador 5-3-2. Natxo explicó la razón del ajuste en sala de prensa: "Era una variante que teníamos prevista en el descanso, porque sabíamos que el partido podía ponerse así. Llegábamos tarde a los cambios de orientación. Pretendíamos corregir eso y en ataque soltar a Saúl y a Gerard (Valentín)".
La modificación táctica arrastra varias lecturas: primero, se produce cuando Michele Somma coqueteaba descaradamente con la expulsión, porque el Rayo insistía una y otra vez en sacar de posición al italiano y el Dépor lo exponía en exceso al no encontrarse bien plantado tras pérdida; y segundo, es de dominio público que este cuerpo técnico, como sucedió con otros anteriormente, desconfía de las aptitudes defensivas de Gerard Valentín. La suma de los factores, potenciada por las molestias de Edu Expósito, propició lo visto sobre el césped del Cerro del Espino: Pablo Marí se posicionó como central zurdo, Somma actuó como hombre libre, Bóveda centró su posición y tanto Saúl como Gerard ocuparon los carriles. Por delante, Mosquera, Vicente, Carles y los dos puntas, Borja Valle y Quique González.
La inconsistencia del Deportivo en su banda derecha (Bóveda y Didier responden al perfil de futbolista más capacitado para destruir que construir pero, paradójicamente, el Rayo encontró una autopista por su parcela por la falta de entendimiento y la distancia a la que jugaron ambos) obligó a Somma a despegarse de la parcela central para corregir errores de sus compañeros. Al central italiano le costó más de lo esperado salir indemne de los duelos individuales con Aitor Ruibal y Toni Martínez, pero es justo reconocer que su tarea resultó ingrata desde los primeros compases del partido.
