La estrategia devuelve al Dépor a los puestos de ascenso
Buscando enderezar el rumbo tras sumar dos empates consecutivos ante Rayo Majadahonda y Numancia, el Deportivo recibía en Riazor a un Real Zaragoza en plena crisis de resultados: una única victoria en los últimos tres meses situaban en el abismo de la categoría al equipo blanquillo. Sin un juego de campanillas pero con una gran efectividad en las acciones de estrategia, el Dépor superó la prueba en casa, regresó a la senda de la victoria y hundió un poco más a su rival esta noche.
Natxo González prescindió de Carles Gil de inicio y le dio la responsabilidad en el enganche a Pedro Sánchez, quien ejecutaría una situación a balón parado que desembocaría en el primer gol blanquiazul cuando el reloj tan solo marcaba el minuto 8. Borja Valle tiró un desmarque a la espalda de la defensa adelantada blanquilla y, libre de marca, definió con calidad al palo largo.
Pese al gol, el comienzo del choque no se ajustó al guion deseado por el Dépor. El Zaragoza llegaba más y mejor antes del tanto y la situación se repitió después del 1-0. En esa tesitura, los hombres de Lucas Alcaraz, que habían reclamado con anterioridad un penalti sobre Benito, se encontraron con una pena máxima cometida por Vicente con la mano en el minuto 13 que Javi Ros convirtió sin despeinarse.
Las acciones de estrategia desatascaron a un Dépor errático con balón
A Natxo no le gustaba lo que veía sobre el verde, pero el Deportivo desatascó la situación con otro tanto a balón parado. Pedro Sánchez colocó una pelota templada en el segundo palo que Domingos Duarte transformó gol merced a un testarazo imperial ante el que nada pudo hacer Cristian Álvarez. La pegada a balón parado actuó de medicina para conjunto herculino un tanto inconsistente con la pelota en los pies.
El 2-1 alivió al Dépor y lo hizo crecer en el partido. Pese a que al conjunto herculino le costó crear situaciones de gol en estático, se encontró con todo de cara gracias a una imprudencia temeraria de Lasure, que se llevó por delante a Edu Expósito cuando el catalán se disponía a cabecear un centro desde la banda izquierda. Quique González asumió la responsabilidad desde los once metros y rompió la sequía goleadora que arrastraba en los últimos cuatro partidos de LaLiga 1|2|3.
La segunda mitad resultó más plácida de lo esperado para un Dépor que no sufrió en defensa, aunque tampoco tuvo tanto la pelota como le hubiese gustado. El Zaragoza cambió el sistema (del 5-3-2 al 4-4-2) e incluso trató de dar un pase al frente introduciendo a Pombo junto a los dos puntas titulares, Álvaro Vázquez y Marc Gual, pero las modificaciones de Alcaraz no repercutieron favorablemente en un equipo en caída libre con el míster granadino en el banquillo.
Más allá de un par de sobresaltos a las puertas del tiempo de descuento, el cuadro blanquiazul gobernó bien los últimos 45 minutos y supo administrar su ventaja en el marcador. Una victoria tan merecida como trabajada.
