Jarro de agua fría
Dispuesto a sumar su tercera victoria consecutiva por primera en la temporada y, en paralelo, a dar un paso de gigante en la lucha por culminar la campaña en puestos de play off, el Deportivo recibía al Cádiz en Riazor. Tras caer en el Carranza en la primera vuelta, la visita de los hombres dirigidos por Álvaro Cervera se antojaba el escenario perfecto para conseguir un buen botín de puntos y confianza en un momento crítico del curso. A la postre, el Dépor completó un partido notable, pero un tanto de Querol en el tramo final de la contienda evitó el triunfo herculino.
Martí confió en el bloque alineado en Zaragoza, con solo un matiz: Matías Nahuel reemplazó al 'tocado' Borja Valle en el once titular. En el Cádiz, una baja de última hora cuando el equipo ya calentaba sobre el verde del municipal coruñés: Álex Fernández sustituyó a Garrido, lesionado, en la línea de medios amarilla.
El encuentro arrancó con ritmo sobre el césped y un gran ambiente en las gradas. El cuadro coruñés decidió llevar la iniciativa con balón desde el minuto 1, mientras el Cádiz juntaba líneas y fiaba sus opciones en campo contrario a los contraataques liderados por Manu Vallejo y Darwin Machís, dos balas.
Eneko, atacando un balón a la espalda de la cobertura visitante, y Aketxe, ejecutando un libre directo en la frontal del área, dispondrían las mejores oportunidades de ambos equipos en un primera media hora de juego bien competido por Dépor y Cádiz. El lateral derecho vasco remataría a las manos de Cifuentes y el futbolista vasco se toparía con una gran estirada del meta Dani Giménez.
La gran oportunidad a las puertas del descanso la tendría en sus botas Carlos Fernández. Tras una fantástica combinación de derecha a izquierda en el frente de ataque, Saúl asistió al delantero sevillano, quien le pegó a la pelota con toda su alma buscando batir a Cifuentes. Para amargura del punta del Dépor, su remate se toparía con la madera frustrando así su camino hacia el gol.
A punto de llegar al minuto 45 –y contra todo pronóstico–, Eneko Bóveda se sacó de la chistera una asistencia de lujo para Quique González. No entraba en los planes que el lateral blanquiazul estuviese tan fino en el centro, pero esta vez salió cara en el envío y el 'pichichi' de Segunda no lo desaprovecho. Quique puso en ventaja al Dépor, desatando la alegría entre la parroquia herculina.
A la vuelta de los vestuarios, Cervera ordenó a los suyos que diesen un paso adelante. Además acompañó la decisión con dos permutas encaminadas a aumentar su potencial ofensivo: Jovanovic y Querol comparecieron sobre el tapete de Riazor minutos antes de que Martí retirase a Matías Nahuel, dando entrada al alicantino Pedro Sánchez.
Con el cambio de cromos, el Cádiz comenzó a cargar el juego por su perfil derecho, el defendido por Saúl y Cartabia, dos jugadores más consistentes con la pelota en los pies que a la hora de proteger sus respectivas posiciones. Intentando equilibrar esa zona, el míster del Dépor apostó por Borja.
Los gaditanos se encontrarían con el tanto de la igualada gracias a una acción individual brillantísima de Querol, quien dejó atrás a Pablo Marí, amonestado, y batió a Dani Giménez con un disparo potente ante el que el meta vigués no pudo ni siquiera sacar una manopla.
Lejos de amedrentarse, el equipo lo intentó todo: Carlos puso a prueba a Cifuentes con un testarazo que parecía encaminado a convertirse en el 2-1 y la cobertura amarilla en bloque repelió un remate de Quique en una posición ventajosa. La pelota no quiso entrar y castigó a un Dépor mejor de principio a fin ante un rival, eso sí, capacitado de sobra para pelear por el ascenso.
