Varias ausencias y una novedad en la vuelta al trabajo
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El descenso puede consumarse en Riazor
El Deportivo ha comenzado este martes por la tarde su semana de trabajo para preparar el partido del domingo contra el Barcelona en Riazor, un encuentro en el que puede certificar su descenso a Segunda división. El cuadro herculino lo ha hecho con tres jugadores al margen del grupo en la ciudad deportiva de Abegondo.
Se tratan de Lucas Pérez, Adrián López y Pedro Mosquera, que arrastran molestias del partido contra el Leganés y no estuvieron a las órdenes de Clarence Seedorf. En cambio, sí lo hizo el centrocampista Sulley Muntari, que ha mejorado de la lesión muscular que le ha mantenido de baja las últimas semanas.
En la enfermería del Deportivo continúa, además, el lateral derecho Eneko Bóveda, que se repone de la lesión de grado 2-3 que sufrió en la unión musculotendinosa distal del tríceps sural izquierdo a principios de marzo ante el Girona en Montilivi.
En la sesión de trabajo, Seedorf permitió que los periodistas se situaran a pie de campo para cubrirla, algo habitual en el caso de los fotógrafos pero excepcional con los redactores.
El equipo blanquiazul depende de una carambola para lograr la permanencia en LaLiga Santander después de la victoria del Levante este lunes ante el Athletic Club de Bilbao, resultado que ha dejado a los coruñeses a nueve puntos de los valencianos a falta de 12 por disputar.