Un cambio de año ilusionante
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Se ha ido Ryan Babel, pero el 2017 se acerca y el Deportivo lo mira, sin duda alguna, de manera ilusionante. El brillante juego desplegado por el equipo de Gaizka Garitano en las últimas semanas de 2016 no solo ha despejado las dudas sobre el conjunto blanquiazul sino que ha disparado incluso las expectativas. Salvarse es una obligación pero una vez visto el potencial de la plantilla, lo que se espera es que el Dépor sea capaz de hacerlo de una manera holgada y haciendo disfrutar a su afición con el fútbol combinativo y atrevido que viene desplegando en las últimas jornadas.
Además, la remontada ante el Real Betis ha generado también ilusión de cara a la Copa del Rey. Con el Deportivo Alavés en octavos, rival de capacidad similar y por lo tanto asequible, permite pensar con llegar a los cuartos de final y a partir de ahí soñar con dar la sorpresa es una posibilidad.
Aunque cumplió el objetivo de continuar en Primera con Víctor Sánchez del Amo y de la mano de Garitano se ha mantenido fuera de puestos de descenso, 2016 no ha sido un gran año para el Dépor a nivel de resultados -solo seis triunfos ligueros- y además la etapa del técnico madrileño terminó rodeada de muchos problemas extradeportivos.
Es decir, se acerca el final de un año complicado, de un año con pocas alegrías y en el que también se fue un futbolista absolutamente clave como Lucas Pérez, pero lo hace abriendo la puerta a la ilusión. Porque Sidnei acaba de renovar hasta 2020, porque Andone ya convierte en gol casi cada balón que toca, porque Emre Çolak es uno de los futbolistas más vistosos que han pisado Riazor en años, porque Garitano ha dado con la tecla para que su equipo funcione, porque la identificación entre el club y su grada vuelve a ser total... Se viene un año para soñar.