Así podría afectar la falta de sueño y descanso al partido de la selección contra Suecia

Esta noche ha tenido lugar una reunión entre las jugadoras, Rafael del Amo, responsable del fútbol femenino en la RFEF, y Víctor Francos, presidente del Consejo Superior de Deportes.

Dicha reunión ha extendido durante más de seis horas que ocuparon toda la noche y parte de la madrugada. A las 6 de la mañana llegaban a dicho acuerdo, lo que se traduce en que las jugadoras se fueron a acostar prácticamente de día, con todo lo que eso conlleva a nivel físico y psíquico.

De hecho, los estudios evidencias que la falta de sueño afecta directamente al rendimiento deportivo de los deportistas de élite. El artículo de investigación “Importancia del sueño en el rendimiento y la salud del deportista” publicado por el Depósito de Investigación de la Universidad de Sevilla recopila todos los efectos de la falta de sueño en deportistas sobre el rendimiento y la salud.

Las evidencias señalan que la falta de sueño reduce capacidades físicas como la velocidad y la resistencias

En rasgos generales un sueño inadecuado afecta a la velocidad, la resistencia, la fuerza, la atención, la función ejecutiva y el aprendizaje. Independientemente de si se tienen pérdidas leves de sueño (4-5 horas) como si se priva total (24 horas sin dormir) o parcialmente (media noche) sin dormir el rendimiento deportivo se priva determinantemente, sobre todo en aquellas actividades que implican resistencia, como es el caso de un partido de fútbol.

Algunos estudios también “han observado una reducción en el contenido de glucógeno muscular tras una noche de privación total de sueño, pudiendo interferir con el rendimiento deportivo y la recuperación muscular, debido a una disminución de la energía disponible para los procesos de recuperación del daño muscular y, su posterior en la contracción muscular”.

Además, el deportista durante la competición, en este caso durante el partido del próximo viernes a las 18:30, requiere de una óptima función neurocognitiva. Así, un sueño insuficiente puede deteriorar la atención, la función ejecutiva y el aprendizaje.

Más allá del rendimiento físico durante el partido, un cuerpo cansado debido a un sueño ineficiente asume mayores riesgos de lesión.

Los viajes y el estrés psicosocial afectan al sueño y por ende al rendimiento deportivo

Además de la falta de sueño, las jugadoras de la selección española viajarán a Madrid y después a Suecia, en vuelo de más de cuatro horas. El cambio de zona horario -en este caso no ocurre-, el propio estrés de un largo viaje en avión y el descanso en un entorno desconocido son factores adicionales que también afectan al rendimiento deportivo.

Aunque en este caso, al hablar de deportistas de élite, el rendimiento físico sólo suele afectar cuando dichos viajes suponen muchas horas.

También hay que tener en cuenta, la presión mediática que llevan asumiendo las futbolistas desde que ganaron el mundial y se produjo el beso entre Luis Rubiales y Jenni Hermoso.

La capacidad de las deportistas para el manejo de situaciones excepcionales como esta es fundamental para determinar el grado de estrés y ansiedad que experimenta, ya de por sí, una deportista de élite.

Tanto el estrés como la ansiedad “pueden influir negativamente en el comportamiento de sueño y, en consecuencia, los deportistas pueden tener una susceptibilidad a experimentar perturbaciones en el sueño antes de la competición”, apunta el estudio.

Los horarios del entrenamiento y la competición muy tempranos o al final del día limitan la recuperación de las futbolistas

Los eventos deportivos a última hora del día son algo cada vez más común. Esto supone que todo lo que se desarrolla tras el partido, es decir, tratamiento médico, atención a los medios de comunicación y prensa, recuperación posterior al partido, conlleva que los deportistas se acuesten tarde y con una elevada excitación que acorta sus horas efectivas de sueño.

El reciente estudio “Sueño y recuperación en el deporte de equipo: Problemas actuales relacionados con el sueño a los que se enfrentan los profesionales” publicado por la Revista internacional de fisiología y rendimiento deportivos “mostró que futbolistas que jugaron un partido posterior a las 6 p.m. tuvieron una menor duración del sueño y un aumento del periodo de latencia de sueño de diez minutos en comparación con un día de entrenamiento”.

Sin embargo, el otro extremo tampoco es bueno. El entrenamiento y la competición en horas tempranas en la mañana también reducen la duración del sueño de los deportistas y aumentan los niveles de fatiga previos al entrenamiento.

Esto se traduce en que la planificación de los calendarios competitivos y de entrenamiento es fundamental para evitar restringir la oportunidad que tienen los deportistas de dormir ya que si no se diseña adecuadamente se limitaría la recuperación entre sesiones de entrenamiento y aumentando el riesgo de sobreesfuerzo y sobreentrenamiento, señalan en el artículo “El sueño y el deportista: revisión narrativa y 2021 recomendaciones de consenso de expertos” publicado en la Revista Británica de Medicina Deportiva.