Consumo de fentanilo: por qué España no va a llegar a la situación de EEUU

A día de hoy, Estados Unidos atraviesa una situación preocupante debido a que un porcentaje notable de la población tiene adicción al fentanilo. Aunque hasta el momento sólo han saltado las alarmas en este país, se tiene miedo de que esta cuestión pueda replicarse en otros países europeos, como por ejemplo en España.

Sin embargo, tanto Pablo Llama, psicólogo en Proyecto Hombre Madrid, como Manuel Herrero miembro del Grupo de Trabajo de Dolor Agudo de la Sociedad Española de Anestesiología, Reanimación y Terapéutica del Dolor (SEDAR), aseguran a ElDesmarque que es muy difícil e incluso casi imposible que en España se produzca una situación similar.

Antes de profundizar en los motivos, es necesario destacar que el fentanilo es un potente analgésico que se utiliza para tratar tanto el dolor perioperatorio como el dolor crónico de los pacientes. Es un fármaco que se utiliza en la mayoría de los países y cuyo consumo debe recetarlo siempre un médico, debido a su elevado efecto adictivo.

*El fentanilo es un opioide porque se hace de forma sintética en un laboratorio, mientras que la heroína es un opiáceo porque deriva de plantas. Ambos tienen los mismos efectos.

La existencia de un Sistema Nacional de Salud

El tipo de sanidad es el primer matiz en el que se diferencia España de Estados Unidos, teniendo en cuenta que aquí existe un Sistema Nacional de Salud mientras que allí la sanidad es privada.

El psicólogo Llama explica que en Estados Unidos es mucho más fácil acudir al mercado negro para comprar dicho medicamento que al sistema de salud, teniendo en cuenta los altos costes que este tiene.

Un control minucioso y restrictivo al recetar fentanilo

Debido a que en Estados Unidos mucha gente acude antes al mercado negro que al médico, el control de suministro es nulo. Sin embargo, en España suceden dos cosas: es bastante difícil encontrar fentanilo en el mercado negro y "desde de julio de 2021 cuando un médico receta fentanilo automáticamente hay una inspección para verificar que realmente lo necesita", apuntan desde Proyecto Hombre.

El médico Herrero también añade que con la receta electrónica todo está mucho más controlado y diferencia tres tipos de fentanilo, en función de la vía de administración y del tipo de paciente:

• Intravascular, se coloca en los vasos sanguíneos y se utiliza para las cirugías en el ámbito hospitalario.
• Parches de fentanilo que se absorben por la piel para tratar dolores crónicos.
• Fentanilo transmucoso, comprimidos que se disuelven en la mucoso oral o que se inhalan a través de un spray, indicado para picos fuertes de dolor.

Estos últimos "están sumamente restringidos" y sólo se recetan a los pacientes oncológicos teniendo en cuenta que "son los más potentes que existen y también los que más dependencia generan por lo que hay que tener cuidado con ellos", advierte el facultativo.

España cuenta con una red de atención a drogodependientes

A pesar del control exhaustivo que existe en España, el miembro de SEDAR admite que sí que ha visto casos aislados de pacientes con fuertes adicciones al fentanilo.

Sin embargo, cuando se detecta que esto ocurre, entra en escena la red de atención a drogodependientes. "En España tenemos una red mucho más instaurada y controlada que en EEUU", señala Pablo Llama.

Proyecto Hombre es la entidad de referencia, pero no la única, sino que a día de hoy existen muchas más asociaciones, organizaciones y organismos que se encargan de prestar dichos servicios.

¿Cómo empezó EEUU a consumir fentanilo?

En realidad, en EEUU el problema comenzó hace dos décadas, cuando se empezó a prescribir de forma frecuente oxicodona, otro opioide con funciones similares al fentanilo, bajo la premisa de que no generaba adicción, "cuando esto no era así", cuenta Pablo Llama.

El facultativo añade que en esa época existía una potente campaña de marketing "la oxicodona se publicitaba hasta en las paradas de autobús" y se prescribía erróneamente para dolores leves, cuando en realidad está indicada para moderados o severos.

Cuando los médicos consideraban que sus pacientes ya no necesitaban este fármaco para los dolores, dejaban de prescribírselo, pero sin embargo "la gente como que se enganchó y empezó a salir al mercado negro", señalan desde Proyecto Hombre.

A raíz de esta demanda, teniendo en cuenta que el fentanilo es más fácil y barato de producir que la oxicodona, y tiene los mismos efectos, los cárteles estadounidenses empezaron a comprar los componentes desde China. "Empezaron a generan adictos donde no había y ahora sí que tienen un problema grave de adicción", concluye el psicólogo.

Ni el fentanilo ni la oxicodona son fármacos nuevos para España, sino que se llevan recetando desde los 80 y los 90 respectivamente, pero teniendo en cuenta que las circunstancias son muy diferentes, aquí la presencia de personas con problemas de adicción al fentanilo no ha aumentado, sino que se mantiene estable, aseguran desde Proyecto Hombre.

¿Por qué ha aumentado el consumo de fentanilo en España?

Al fijarnos en los datos, estos evidencian que el consumo de fentanilo en España es uno de los más elevados a nivel mundial. Según el informe de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes de 2021, España es el tercer país que más fentanilo consume a nivel mundial, concretamente un 11,8% de total, por debajo de Estados Unidos (19,3%) y Alemania (14,5%).

Tal y como apunta EDADES, la Encuesta sobre Alcohol y Drogas en España, el consumo de fentanilo también ha aumentado en cuestión de dos años. Sin embargo, el de otros opioides como el tramadol o la codeína han disminuido. "Lo comido por lo servido", señala Pablo Llama.

Además, el informe indica que "ocho de cada diez de los que han consumido analgésicos opioides alguna vez en la vida indican que, en términos generales, siguen con exactitud las indicaciones del médico sobre su consumo (81,9%)".

A pesar de que hasta el momento todo parece estar controlado y es difícil que se descontrole, "no significa que no haya que estar alerta y por supuesto hacer un seguimiento estrecho a estos pacientes para que no acaben perdidos", concluye el experto en dolor agudo.