El 'mito' de compensar los atracones con ejercicio: dos expertos nos sacan de dudas
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Las conductas compensatorias pueden derivar en problemas de salud mental
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Comer una hamburguesa o una pizza encaja con tener buenos hábitos de vida
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El alcohol destruye masa muscular
Con la llegada de la Navidad, el consumo de alcohol aumenta, así como las comidas copiosas en los días festivos, las cenas de empresa y los mazapanes, turrones, polvorones y otros tantos dulces están presentes en las mesas de las casas de gran parte de la población.
Mucha de la gente que cuida su alimentación y hace deporte durante todo el año, se permite ciertos excesos durante estas fechas. El problema viene cuando dichos excesos se convierten en atracones que te hacen sentir mal provocándote la necesidad de hacer mucho más ejercicio del habitual a la mañana siguiente para compensarlo.
"Como hoy me he pasado de comer, mañana me mato en el gimnasio y lo desgasto", es una frase que suele decirse en estos casos. Sin embargo, ningún profesional lo recomienda. ¿Por qué?
Para poder desmitificar dicha conducta, ElDesmarque ha hablado con Sergio Peinado, influencer, entrenador personal y especialista en preparación física, y con el nutricionista Saúl Sánchez.
Las conductas compensatorias no son lo más aconsejable
El hecho de intentar "solucionar" con ejercicio físico, todo el exceso de calorías consumidas el día anterior se entiende como conducta compensatoria.
"Pegarme un atracón a comer hoy y que mañana me pase cuatro horas en la cinta, es absurdo. Generalmente no es lo más aconsejable ya que me atraco hoy porque no consigo controlarme y a ver mañana cómo arreglo todo esto", indica el nutricionista.
Sergio Peinado añade que esta conducta "suele derivar en cuestiones de salud mental que no son las apropiadas", refiriéndose a trastornos de la conducta alimentaria.
En lugar de la conducta compensatoria, el entrenador personal recomienda que si "has comida de más, pues ya está. Mañana sigue con tu vida normal intentando llevar un estilo de vida lo más saludable posible".
En qué consiste el famoso "cheat meal"
Se entiende como "cheat meal", en español "comida trampa", al día de la semana, comida o cena en la que te saltas la dieta y te permites un exceso. Ante esto hay cierta disputa entre los profesionales, ya que hay algunos que apuestan por ella y otros no.
Por un lado, en cuanto al número de calorías matemáticamente hablando, si te salen las cuentas y has gastado más calorías que las que deberías haber consumido te puedes permitir un "cheat meal", explica Saúl Sánchez.
Sin embargo, "esto puedo tener sentido en algunas personas, pero en otras no", teniendo en cuenta que el sistema de calorías no funciona en todo el mundo por igual.
"Hay personas que no tienen la misma sensibilidad a la insulina y cuando metes más de la debida, el organismo se altera un poco", señala el nutricionista. Sobre todo esto del "cheat meal" casa muy bien con los culturistas debido a su metabolismo.
No obstante, esto no quiere decir que no puedas comer una hamburguesa o una pizza de vez en cuando. De hecho, encaja perfectamente con tener buenos hábitos, siempre y cuando estos productos sean caseros o de buena calidad.
El alcohol es el gran enemigo
Saúl Sánchez indica que el problema surge cuando necesitas incorporar el alcohol en tus hábitos para sentirte feliz, ya que además de todos los problemas que puede desarrollar a nivel orgánico y mental, perjudica gravemente la composición muscular.
A diferencia del exceso de calorías y el consumo de azúcar simple, el alcohol perjudica a todas las personas por igual, independientemente de que lo ingiera un deportista de élite, un culturista o una persona sedentaria.
"El alcohol es un tóxico en cualquiera de sus formas", sentencia el nutricionista. Además de que se ve alterado el apetito de la saciedad, al inhibirse la síntesis proteica muscular -proceso por el cual el músculo aumenta su tamaño-, el músculo no sólo no aumenta, sino que tampoco se repara y además se destruye cierta parte de la masa muscular.