La lesión de isquiotibiales: el preámbulo que avisa de una posible rotura de cruzado

En el fútbol, la rotura del ligamento cruzado anterior está a la orden del día. Neymar, Courtois, Militao o Gavi son algunos de los futbolistas que están actualmente en la enfermería por este motivo. Aunque el ligamento cruzado suele estar presente en muchos de los partes médicos emitidos por los clubes, la lesión de los isquiotibiales tampoco se queda atrás.

En ocasiones, ambas lesiones están relacionadas. El motivo: "lesionarte el isquio con frecuencia es uno de los factores que incrementan la probabilidad de rotura de cruzado", asegura Pedro, el entrenador personal conocido como 'El AntiCulturista' en uno de sus hilos de Twitter.

Antes de profundizar en el asunto, cabe dejar claro que no todas las lesiones de cruzado se producen igual ni por el mismo motivo por lo que puedes romperte el cruzado sin haber sufrido antes ningún tipo de molestia en los isquios.

¿Por qué la lesión del isquio anticipa la del cruzado?

El ligamento cruzado anterior se encarga de dar estabilidad a la rodilla y evita que el fémur se traslade hacia adelante con respecto a la tibia. Teniendo en cuenta dicha función, cuanto más fortalecidos estén los músculos que rodean a la rodilla, más resistencia tendrá el cruzado.

Además de no fortalecer la rodilla en general, el otro de los grandes problemas, según apunta El Anticulturista, es que la musculatura del cuádriceps con respecto a la del isquio esté descompensada.

Esto significa que si se entrena más el cuádriceps que el isquiotibial, una práctica muy frecuente en futbolistas, es cuando se convierte en un verdadero problema.

¿Qué sucede en el fútbol de élite?

Pedro señala que el principal fallo que cometen los clubes de élite, principalmente de fútbol, es que no entrenan la fuerza como es debido. Y muy pocas veces incluyen en sus rutinas ejercicios de isquio.

Los que suelen verse en los entrenamientos del Real Madrid o del FC Barcelona son de extensión de cadera y no de flexión de rodilla, que es el movimiento que verdaderamente hay que entrenar.

A modo de resumen, teniendo en cuenta que esto lo explicamos en profundad en la noticia recién mencionada, el movimiento que trabaja todas las partes del isquiotibial es la flexión de rodilla, cuyo ejercicio estrella es el curl nórdico.

De hecho, ser capaz de ejecutar una flexión concéntrica de curl nórdico es reflejo de un buen isquio fortalecido. Sin embargo, son muy pocos los futbolistas que son capaces de hacerlo, asegura Pedro.

En cuanto a los ejercicios de extensión de cadera, los futbolistas suelen hacer peso muerto convencional, es decir, con las piernas rectas y con apenas 40 kilos -un peso muy bajo para un futbolista si quiere trabajar la fuerza (pocas repeticiones y mucha carga)-.