Los cortes de peso son una práctica habitual en los deportes en los que necesitas unas medidas concretas para poder competir en una u otra categoría, como el boxeo o la lucha libre. No obstante, la definición extrema de peso cada vez es más frecuente también entre culturistas.
Dibrah y Antonio Masmas, dos creadores de contenido sobre culturismo y fitness, ponen sobre la mesa los riesgos para la salud que tienen dicha práctica. Unas consecuencias que los profesionales prefieren obviarlas y dejarlas en un segundo plano.
En el mundo de las artes marciales el objetivo es perder peso a cualquier precio para poder competir en una categoría inferior a la de su peso natural y así tener ventajas físicas frente a sus oponentes.
Sin embargo, en el culturismo, además de llegar a la altura y al peso requerido, el otro objetivo es llegar a la máxima deshidratación posible para que no haya una capa de agua entre la piel y los músculos que dificulte la visión plena de la definición de estos últimos.
Aunque el objetivo de los luchadores y el de los culturistas es diferente, el proceso para llegar a este, así como los riesgos a los que se exponen son muy similares.
Saunas, baños de agua caliente, elevación de la temperatura corporal, ejercicios aeróbicos con trajes de plástico son algunas de las prácticas más habituales para conseguir una deshidratación.
En el mundo del culturismo también se utilizan diuréticos, fármacos que ayudan a los riñones a eliminar la sal y el agua del cuerpo a través de la orina.
Este estado de deshidratación puede provocar: