Dependiendo de la edad y del contexto familiar, la tristeza es un sentimiento que puede protagonizar las fechas navideñas. Este estado se entiende como 'depresión blanca' o 'blues de Navidad' y aunque no es una patología con respaldo científico, sí que muchos psicólogos se la encuentran en sus consultas.
El estrés de las compras navideñas, las comidas familiares, las cenas de empresa son algunos de los motivos que potencian el hecho de estar más irritados o apáticos. Además, el horario de invierno también genera en gran parte de la población una sintomatología depresiva, asegura Alba García, neuropsicóloga clínica.
Aunque no hay una edad concreta para desarrollar este sentimiento, sí que afecta mucho a las personas que viven solas, sobre todo a las más mayores.
La neuropsicóloga explica que estar triste durante estas fechas no es algo malo. "Aquellos que se sienten así no deberían esforzarse para conseguir lo contrario".
La necesidad de tener que estar alegres y felices durante las fechas navideñas es un sentimiento impuesto sobre todo por las películas, teniendo en cuenta que la mayoría idealizan esta época del año, argumenta la profesional.
Además, este sentimiento de tristeza se potencia cuando empiezan a fallecer familiares y poco a poco la mesa va estando más vacía.
Se dice que a medida que vas creciendo las Navidades ya no te hacen tanta ilusión porque se pierde esa magia. Aunque en parte esto es cierto, ese sentimiento se mantiene, en cierta medida, cuando hay niños pequeños en casa.
"No es lo mismo cuando te juntas por obligación con la familia porque es Navidad que cuando hay niños pequeños y tienes que hacer por estar feliz para transmitirles esa magia", asegura Alba García.
Cuando se padece de 'depresión blanca', la neuropsicóloga recomienda no abandonar la rutina del día a día: levantarse "pronto", desayunar, hacer ejercicio físico, quedar con los amigos como un día cualquiera, mantener un horario adecuado de sueño...
"De esta forma, aquellas personas que más tristes se sienten durante estas fechas no se vienen tan abajo", asegura.
Al ser un estado de tristeza momentáneo, la 'depresión blanca' debe desaparecer el mismo 8 de enero cuando se da por concluida la Navidad, los más pequeños vuelven al colegio y los eventos familiares llegan a su fin.
Por este motivo, si esta tristeza, irritabilidad o apatía se mantiene en el tiempo, a pesar de que las Navidades hayan acabado, es importante acudir a un especialista ya que no estaremos hablando de 'depresión blanca' sino de algo más allá.