La uva es la fruta que da paso al nuevo año y aunque muchos españoles no suelen incluirla en su dieta del día a día, el 31 de diciembre las 12 uvas a media noche no fallan. Según marca la tradición, esta acción te asegura un nuevo año de buena suerte y prosperidad; aunque lo que sí marca la ciencia es que un gesto cardiosaludable.
No obstante, para la gente que sí consume este alimento durante el resto del año, la temporada de uvas frescas se sitúa durante los meses de otoño hasta el principio del invierno. Junto con el trigo y el aceita de oliva, la uva es un básico de la dieta mediterránea.
Aunque su composición nutricional puede variar, en función de si son uvas blancas o negras, en rasgos generales son una fuente importante de energía, y por ende de calorías, teniendo en cuenta que el aporte de hidratos de carbono es mayor que en otras frutas.
Además, estos hidratos son de fácil asimilación como la glucosa, la fructosa, sacarosa, dextrosa y levulosa, explica la Fundación Española de la Nutrición (FEN).
En cuanto a los minerales, destaca su alto contenido en potasio, sobre todo se encuentra en mayor cantidad en la uva negra que en la blanca. Esta última es superior en magnesio, calcio y fósforo.
Respecto a las vitaminas, la uva es rica en folatos, vitamina B6 y vitamina C que contribuyen en las siguientes funciones del organismo:
Además es una fruta que destaca por su alto contenido hídrico ya que gran parte es agua, concretamente 82,4 gramos por cada 100.
Los beneficios de la uva para la salud se deben, en gran parte, a la presencia de sustancias bioactivas que, además de ser las responsables del color, aroma y textura, tienen propiedades saludables para el organismo.
Estas sustancias son los polifenoles, especialmente el resveratrol, que se encuentra en la piel de las uvas granates o violetas -de ahí que sea importante comerlas con la piel-, especifica la Fundación Española del Corazón.
La evidencia científica ha demostrado que los polifenoles tienen "una actividad protectora muy fuerte en las células por tener efectos inhibidores sobre agentes que las dañan".
Además, la revista científica Journal of Cardiovascular Pharmacology concluyó que el resveratrol tiene un papel importante en la protección de las arterias y de la salud cardiovascular.
La fundación señala que "más del 15% de las necesidades diarias de potasio -teniendo en cuenta que recomiendan comer 3.100 mg de potasio al día- se pueden tomar con un racimo de uvas".
El motivo por el que las personas con hipertensión arterial deben aumentar el consumo de potasio es porque ayuda a bajar los niveles de sodio y, por tanto, la presión arterial.
Aunque por otro lado, la fundación no recomienda el consumo de uvas a las personas con enfermedades por insuficiencia del riñón.