La realidad virtual como herramienta de prevención de adicciones entre los jóvenes
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A través de la realidad virtual han recreado situaciones estresantes
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Dependiendo del nivel de consumo respondían de forma diferente
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Este hallazgo podría servir para desarrollar estrategias de prevención
Un equipo de científicos ha demostrado que la realidad virtual puede ser eficaz para combatir adicciones. Ha comprobado, utilizando esta tecnología, cómo las situaciones estresantes pueden precipitar el deseo y la búsqueda de sustancias como el alcohol o el cannabis entre los jóvenes que ya presentan un consumo problemático.
Investigadores de la Universidad Autónoma de Madrid y de la Universidad Francisco de Vitoria han experimentado la realidad virtual como herramienta de prevención del consumo de alcohol y del cannabis entre los jóvenes.
A través de un laberinto elevado virtual recrearon un entorno muy estresante para analizar las diferentes respuestas de los jóvenes según sus niveles de consumo.
A través de la recreación analizaron las respuestas
A partir de la premisa de que los acontecimientos estresantes se convierten en situaciones de riesgo que pueden precipitar el consumo de drogas o de alcohol los investigadores recrearon contextos muy estresantes, pero muy controlados, a través de la realidad virtual inmersiva para evaluar la ansiedad.
La respuesta de las personas que participaron en los ensayos permitió a los investigadores analizar las respuestas de los jóvenes antes, durante y después de experimentar esa situación angustiosa y agobiante.
Se centraron en los cambios conductuales, psíquicos, fisiológicos -frecuencia cardiaca- y hormonales -cortisol en saliva-.
Además, dividieron a las personas que participaron en el ensayo en tres grupos: los que presentan un consumo problemático de alcohol, los que consumen de forma combinada alcohol y cannabis, y los que no consume esas sustancias -como "grupo de control"-.
Detectar jóvenes con riesgo de adicciones graves
Las diferencias que se detectaron, tanto de conducta como fisiológicas, podrían utilizarse para detectar individuos jóvenes con riesgo de futuras adicciones graves u otras morbilidades relacionadas con el estrés.
Además, experimentos similares podrían servir para desarrollar estrategias de prevención centradas en aspectos emocionales, cognitivos, psíquicos y fisiológicos.
Una de las investigadoras, la profesora Patricia Sampedro, del Departamento de Psicología Biológica y de la Salud de la Universidad Autónoma de Madrid, ha incidido en que los eventos estresantes pueden precipitar el consumo de drogas. Ha valorado que la realidad virtual ofrece una forma única de simular esos eventos en un entorno controlado y seguro.
El foco del estudio era tratar de identificar cuándo el consumo deja de ser una búsqueda del placer para convertirse en una huida permanente del malestar y del estrés, lo que es propio del mantenimiento de este tipo de acciones.
Las respuestas variaron dependiendo del consumo
Román Moreno, coautor del estudio y profesor de la Facultad de Educación y Psicología de la Universidad Francisco de Vitoria, ha explicado que colocaron a los jóvenes sobre una plataforma elevada en forma de cruz con dos extremos sobre un rascacielos, y que ante el miedo innato que suscitan las alturas, se permitió a los jóvenes explorar libremente durante cinco minutos.
Los investigadores ya habían hipotetizado cuáles serían las respuestas, pero Román Moreno ha asegurado a EFE que el experimento les permitió comprobar las diferentes respuestas de los setenta jóvenes que participaron y comprobar las diferencias entre el grupo que presentaba un consumo problemático de alcohol, los que consumían alcohol y cannabis y el grupo de control.
Comprobaron así cómo una situación estresante precipita la búsqueda de sustancias entre jóvenes que presentan ya un tipo de consumo que se puede considerar problemático, aunque todavía no cumpla los criterios de "adicción", y cómo esta moderna tecnología puede permitir identificar alteraciones en la respuesta al estrés de forma temprana en un entorno controlado.
Román Moreno ha constatado además las diferentes respuestas que se detectaron entre los tres grupos de jóvenes que participaron en el experimento y la importancia especial que eso puede tener, "porque nos permite indagar en qué tipo de alteraciones se pueden identificar antes de que se desarrolle una adicción".