El coste de guardar los dientes de leche: hasta 2.500€ anuales por una fuente de células madre
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Los dientes de leche están menos expuestos a la contaminación medioambiental
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Las células madre de los dientes de leche podrían ayudar a combatir enfermedades futuras
Los dientes de leche siempre han sido un tesoro para los más pequeños porque están deseando que se les caiga uno para que llegue el Ratoncito Pérez y se los cambie por algún regalo. Sin embargo, ahora también son un tesoro para los adultos ya que se ha descubierto que son una gran fuente de células madre.
Así lo revela un estudio llevado a cabo por el Centro Nacional de Información Biotecnológica en Estados Unidos. Estas piezas dentales contienen células madre que al haber estado menos expuestas a la contaminación medioambiental pueden ayudar a combatir enfermedades futuras del paciente o de alguno de sus familiares.
A pesar de esta gran noticia, aún queda mucho por investigar. Aunque las células madre dentales puedan aplicarse como una "alternativa terapéutica real para tratar enfermedades hasta ahora incurables", según detalla un artículo de la Revista Odontológica Mexicana, "es necesario identificar todos los genes involucrados en el proceso de diferenciación de estas células, así como conocer su interacción y expresión una vez que se activan los mismos", añade.
¿Dónde hay que guardar los dientes de leche?
Cuando Estados Unidos lanzó la campaña "Guarda un diente, salva una vida" los bancos de dientes de leche del país empezaron a ganar protagonismo. De hecho, España también cuenta con un banco de tejidos especializado en células madre dentales, Dencells Biomedical Institute.
Esto significa que no basta con guardar los dientes de leche en una caja, sino que hay que conservarlos en centros específicos para ello, cuyos precios oscilan entre los 600 y los 2.500 euros anuales.
Aunque los hallazgos encontrados hasta ahora son esperanzadores, los bancos dentales son conscientes de que aún quedan años de investigación por lo que dejan claro que su función no es ofrecer terapias innovadoras o tratamientos médicos a los pacientes que contratan sus servicios.
No obstante, esto no deja de ser una apuesta por un seguro biológico para una aplicación terapéutica futura y la posible curación de enfermedades como Alzheimer, Parkinson, esclerosis múltiple, enfermedades cardiacas y diabetes, entre muchas otras.