Además de la dosis o el número de horas entre una toma y otra, es importante saber que existen fármacos que al combinarlos con determinados alimentos modifican su efecto terapéutico. Esta última cuestión es en la que se basa la nueva campaña lanzada por el Consejo General de Farmacéuticos.
No tomar los anticoagulantes con verduras de hoja verde, evitar ingerir el hierro con una fuente de calcio o consumir los antiinflamatorios siempre con alimentos sólidos y densos son algunos de los consejos que dan.
El objetivo de la campaña, dirigida tanto a la población general como a los profesionales, es informar y prevenir sobre las interacciones entre alimentos y medicamentos.
El Consejo General de @Farmaceuticos_ lanza una campaña dirigida a ciudadanos y profesionales para informar y prevenir las interacciones alimentos medicamentos.
Para @AquilinoGarciaP, vocal nacional de Alimentación, esta iniciativa aprovecha todo el potencial de la Farmacia. pic.twitter.com/E1VrSoiAv6
— Consejo General Colegios Farmacéuticos (@Farmaceuticos_) January 16, 2024
Según estos profesionales, las interacciones alimento-medicamento no se detectan con tanta facilidad como las interacciones entre medicamentos, aunque su frecuencia es mucho mayor, al ser una costumbre tomar los medicamentos con las comidas.
Los expertos explican que se puede dar la interacción del alimento sobre el medicamento, que genera que la comida provoque un aumento o una disminución del efecto terapéutico del medicamento.
Pero también hay que tener en cuenta la interacción del medicamento sobre el alimento. En este caso es el medicamento el que influye en cómo el cuerpo aprovecha los nutrientes alterando el estado nutricional del paciente.
Como ejemplo, los farmacéuticos recomiendan que si se toma acenocumarol hay que vigilar el consumo de vitamina K existente, principalmente, en verduras de hoja verde -espinacas, col rizada, repollo, lechuga romana, etc.-, para no modificar su efecto anticoagulante.
Además, si existe un déficit de hormona tiroidea y se empieza el día con levotiroxina, hay que tomarla siempre en ayunas, pues los alimentos disminuyen su absorción y, por tanto, su efecto.
También advierten de que si se usan con frecuencia laxantes o antiácidos, se debe tener cuidado porque pueden disminuir la absorción de minerales tan necesarios como el potasio y el calcio.