La vacuna que podría poner en jaque a las clínicas de trasplante capilar
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En España el 43% de todos los hombres son calvos o están en proceso de calvicie
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"La molécula SCUBE3 es el mensajero utilizado para 'decir' a las células madre del cabello vecinas que comiencen a dividirse"
La calvicie es un problema común en todo el mundo que afecta en gran medida a los hombres, aunque también lo pueden sufrir mujeres. Aunque este problema se da a nivel global, las tasas más altas de calvicie en hombres se dan en Norteamérica y Europa.
De hecho, según las cifras de World Population Review, España es uno de los países con las tasas más altas, donde aproximadamente el 43% de todos los hombres son calvos o están en proceso de calvicie. A este le siguen la República Checa y Alemania.
A pesar de estas altas cifras, aún no se ha encontrado la 'cura' de la alopecia, pero son muchos los productos, tratamientos o incluso cirugías para evitar la caída u ocultarla. De hecho, en los últimos años, las clínicas de trasplante capilar han crecido exponencialmente.
Una molécula que estimula el crecimiento capilar
El biólogo Karl Koehler de la Universidad de Harvard lleva diez años cultivando un tipo de célula que se encuentra en el oído interno utilizando células madre. Con el tiempo se dieron cuenta de que se formaban parches de piel y estos a su vez daban lugar a folículos pilosos, es decir, pelo.
Una investigación más reciente, dirigida por Maksim Pilkus en la Universidad de California en Irvine, profundizó en dicho descubrimiento. Los investigadores comprobaron que las células de la papila dérmica -esenciales para el crecimiento del cabello- desempeñan un papel crucial en estimular el crecimiento capilar.
"Revelamos que la molécula SCUBE3, que las células de la papila dérmica producen de forma natural, es el mensajero utilizado para 'decir' a las células madre del cabello vecinas que comiencen a dividirse, lo que presagia el inicio del crecimiento de cabello nuevo", ha alegado el autor en New Scientis.
La posible vacuna en ensayo clínico
Tras estos hallazgos, se está valorando la opción de inyectar la molécula SCUBE3 directamente en el cuero cabelludo o en vacunas que modificarían el ARN.
De hecho, los ensayos clínicos ya han empezado y están siendo ejecutados por la empresa Amplifica.
