El consumo de alcohol es una práctica totalmente desaconsejada, independiente de la edad, el tipo y la ocasión. De hecho, es un hábito que aumenta el riesgo de padecer muchas enfermedades, es decir, es un factor evitable. Un claro ejemplo es la relación que existe entre el alcohol y el cáncer.
Uno de los 12 hábitos que reducen el riesgo de padecer cáncer es limitar el consumo de alcohol. Aunque limitarlo está bien, el Código Europeo contra el Cáncer señala que la mejor prevención es evitarlo en su totalidad.
Para hacer hincapié en los efectos nocivos del consumo del alcohol, el Ministerio de Sanidad ha publicado una infografía mostrando cinco puntos que evidencian la relación entre el alcohol y el cáncer.
🥃 Menor consumo de alcohol = menor riesgo de cáncer
El etanol de las bebidas alcohólicas y el acetaldehído que se produce en el organismo son cancerígenos.
🧵 5 DATOS pic.twitter.com/XHvxjuPBxY
— Ministerio de Sanidad (@sanidadgob) February 6, 2024
Una de las formas en que el alcohol -en forma de etanol- puede causar cáncer es a través del daño al ADN.
La evidencia ha demostrado que esta sustancia aumenta el riesgo de desarrollo de cáncer de boca, faringe, esófago, hígado, cuerdas vocales, intestino grueso y recto, y mama en las mujeres.
En 2018, según los datos de la Región Europea de la OMS, el alcohol causó unos 45.500 casos de cáncer de mama en mujeres, de los cuales 12.100 fueron muertes, y 59 200 casos de cáncer colorrectal en hombres, con 28 200 muertes.
Sin especificar el tipo de cáncer, más de 110 000 casos de cáncer en hombres, casi 70 000 casos en mujeres y casi 92 000 muertes fueron causadas por el consumo de alcohol.
Independientemente del tipo de alcohol, ya sea vino, licor, cerveza...todos pueden causar cáncer. De hecho, no existe un nivel seguro de consumo de alcohol sino que el riesgo comienza en niveles bajos y aumenta sustancialmente cuanto más alcohol se consume.
Con menos de medio litro de cerveza o dos copas de vino o 60ml de licor diario ya se relacionan causalmente con casos de cáncer.
Si al consumo de alcohol se le añade el tabaco -otro de 12 hábitos recogidos en el código europeo-, el riesgo de desarrollar cáncer se multiplica por cinco, sobre todo el de boca, faringe, laringe y esófago.
Además de que la sociedad conozca los riesgos que asume al consumir alcohol, Sanidad también puntualiza que las regulaciones son necesarias.
Hacer que el alcohol sea menos asequible, prohibir o restringir su comercialización en todos los tipos de medios de comunicación y reducir su disponibilidad son algunas de las medidas que considera eficaces.