Joaquín, sobre cómo ha cambiado su forma de correr al ir con su hija en un carro: " Yo ya no sé hacerlo solo"

Joaquín es el padre de Julia, una niña de 10 años con parálisis cerebral y síndrome de Beckwith Wiedemann. Tras la pandemia empezaron a correr juntos, ella sentada en un carro y él detrás empujando. Aunque para ambos es una experiencia muy satisfactoria, esto no quita que Joaquín no haya tenido que adaptarse a este cambio.

Antes de que naciera Julia, él sí que solía hacer deporte, "pero cuando ella nació todo se paró", ha descrito Joaquín en el canal de Twitch de ElDesmarque. Para no irse y dejar sola a su mujer con sus tres hijos, Joaquín empezó a llevarse a su hija a correr con él y a día de hoy ya llevan siete medias maratones en camino de la octava.

Teniendo en cuenta que ahora no sólo tiene que contar con su propio peso, sino con más de 50 kilos de más -si sumamos a Julia y a la silla-, las consecuencias las nota a diario. "Físicamente creo que desde corro con ella tengo peor las lumbares y tengo más chepa", ha confirmado. No obstante, ha añadido que a día de hoy ya no sabe correr solo.

"Me pongo a correr y tengo las manos que parezco un ventilador porque no sé que hacer con ellas. Al final con Julia tienes que tener las manos en el manillar", ha argumentado.

¿Qué cambios ha notado Joaquín desde que corre con su hija?

Además de no saber dónde poner las manos, las postura al correr le ha cambiado, sobre todo al ir subiendo monte ya que vas mucho más flexionado. Esta posición también le impide coger todo el aire que cogería si fuera solo. "Es una manera muy distinta porque no puedes propulsarte con las manos".

Normalmente, siempre y cuando el terreno se lo permite, suele correr él solo con su hija, pero hay veces que le tienen que ayudar dos más. "Cuando el terreno es muy técnico Julia requiere de una silla especial que sólo lleva una rueda. Como mínimo se necesitan tres personas, uno atrás y dos adelante", ha explicado.