Fuerza G: cómo afecta a los pilotos de Fórmula 1 y al resto de personas

La fuerza G realmente no mide la fuerza sino la aceleración-desaceleración. Cuando se hace referencia a esta unidad de medida siempre pensamos en la Fórmula 1, pero en realidad todo estamos expuestos a la fuerza G. Lo relevante de esta cuestión es conocer hasta qué fuerza G podemos llegar sin poner en riesgo nuestra salud.

La gravedad estándar se corresponde con 1G, sin embargo, los límites de la población general ascienden a los 2 o 3G, según el Centro Médico Deyre.

Esta cifra se queda muy 'pobre' si tenemos en cuenta que los pilotos de Fórmula 1 pueden llegar incluso hasta los 7G, siempre y cuando no haya ningún golpe ni ninguna perturbación extra que en ese caso los G se dispararían, según apunta el rehabilitador físico Jaime Asensio. Para más inri, los pilotos de avión pueden llegar a soportar incluso los 10G.

¿Qué le sucede al cuerpo si supera el límite de fuerza G?

Cuando una persona normal sobrepasa los 3G, suele empezar a notar una serie de síntomas que comprometen en muchos casos la salud. Un estudio publicado en la revista Sanidad Militar, dependiente del Ministerio de Defensa, analizó los síntomas que desarrollaron un conjunto de 81 pilotos alumnos de la escuela de reactores del Ejército de Aire al exponerse a altos niveles de aceleración.

Síntomas visuales

Dentro del ámbito visual, los efectos que reportaron los participantes, de más prevalencia a menos, fueron: visión borrosa o gris, reducción concéntrica de los campos visuales o visión en túnel, visión gris y en túnel de forma simultánea o incluso ausencia total de visión o visión negra.

Dolores músculo-esqueléticos

El aumento de la fuerza G puede desplazar hacia abajo la sangre y los fluidos corporales lo que se traduce en dolores musculares. Dolor en antebrazos, muslos, brazos, cuello, tórax y codos son las zonas donde más dolor presentaron, sobre todo en brazos y codos, considerado como un dolor especialmente alto.

Hemorragias petequiales

También pueden aparecer petequias -puntos de color rojo muy pequeños en la piel- o hematomas subcutáneos, principalmente en antebrazos, espalda y por encima del abdomen.

Cansancio

Tras la exposición a dicha aceleración, gran parte de los voluntarios reportaron astenia intensa -sensación generalizada de cansancio, falta de fuerzas, debilidad muscular y lentitud psíquica- que se fue potenciando a medida que pasaban los días del experimento.

Desorientación y vértigo

Los canales semicirculares -se encargan del equilibrio- también sufren provocando sensación de inestabilidad general durante más de 15 minutos.

Pérdida de conocimiento

En cuanto a los síntomas más extremos que pueden protagonizarse al someter un cuerpo a una alta fuerza G es la pérdida de conocimiento durante varios segundos, coincidiendo con el tiempo que tarda en volver la sangre al cerebro.

También puede producirse una pérdida de conciencia durante 10-15 segundos. En este caso, aunque los pilotos mantuvieron el tono muscular y la cabeza erguida, no eran capaces de prestar atención ni actuar correctamente, además de que después presentaron amnesia de ese tiempo.