En los últimos años, la salud mental ocupa portadas día sí y día también, especialmente después de la pandemia, debido a la falta de medios, a las alarmantes cifras de suicidio infantil o al aumento de personas con algún trastorno mental. Aunque es importante visibilizar la importancia de la salud mental, los psiquiatras advierten que no todo es depresión.
Tras la pandemia se ha producido una "sobredemanda" de la especialidad de psiquiatría "por temas que no son enfermedades mentales". Cada vez más personas perciben como ansiedad o depresión cualquier "sufrimiento inherente a la vida". Estas han sido las rotundas palabras duranta la presentación del XXXII Curso Nacional de Actualización en Psiquiatría.
Legitimización del sufrimiento psíquico, la reducción del estigma asociado a una enfermedad mental gracias a las revelaciones de actores, escritores y presentadores de televisión, y la inclusión de la salud mental en la agenda política, son los beneficios que ha traído el "boom de la salud mental tras la pandemia", según el jefe de sección en el Hospital Universitario Príncipe de Asturias, Guillermo Lahera.
Sin embargo también ha traído efectos "adversos" como "la excesiva 'psiquiatrización' de los malestares de la vida diaria, convirtiendo en depresión o ansiedad lo que constituye una parte insustituible de la vida humana", ya que el sufrimiento es "una forma de madurar y crecer".
Esto ha derivado además en una "demanda exagerada" de atención médica cuando no hay recursos públicos suficientes, lo que engorda las listas de espera en los centros de salud mental.
Ante esta situación los psiquiatras abogan por "priorizar la atención a los pacientes más graves", aquellos que tienen trastornos como la esquizofrenia, trastorno bipolar, depresión mayor, TOC y autismo.
Otro de los problemas a los que se enfrenta el cuidado de la salud mental es la falta de medios en el sistema público. La psiquiatra adjunta de Hospital de Basurto Arantza Madrazo ha asegurado que hay más psiquiatras que psicólogos, lo que es "claramente un problema".
Además al disponer de poco tiempo por paciente la tendencia es recetar fármacos porque la psicoterapia requiere de más tiempo, ha explicado.