¿Por qué debes saber lo que es el hígado graso? Una patología silenciosa que afecta a más de 10 millones de personas

Al llevar unas malos hábitos de vida asumes el riesgo de padecer múltiples enfermedades. Aunque muchas son conocidas, como es el caso de la obesidad o la diabetes, otras no lo son tanto, como ocurre con el hígado graso.

A esta patología hepática, que se caracteriza por la acumulación excesiva de grasa en el hígado, también se la conoce como la enfermedad silenciosa ya que muchos de los que la padecen aún no lo saben, bien porque no se manifiesta -los síntomas suelen presentarse cuando se han desarrollado otras enfermedades más graves- o porque las pruebas no consiguen detectarlo.

Preocupación entre los especialistas

Los especialistas presentan una gran preocupación ante el aumento de casos al estimarse que afecta a más de 10 millones de personas. Este puede derivar en otras enfermedades como la inflamación del hígado o la cirrosis hepática.

Además, esta "pandemia" de hígado graso es especialmente alarmante por su incidencia sobre el cáncer de hígado y por su impacto en adolescentes y jóvenes, según las palabras de Manuel Romero, presidente de la Sociedad Española para el Estudio del Hígado (AEEH) a EFE.

¿Qué hábitos aumentan el riesgo de desarrollar hígado graso?

Junto con el sedentarismo y el consumo de ultraprocesados, el experto también añade los factores socioeconómicos como otro de los causantes del hígado graso.

El consumo de grandes cantidades de alcohol o de ciertos fármacos, anomalías metabólicas como la resistencia a la insulina, los embarazos, los trastornos metabólicos hereditarios o las toxinas son otras de las causas más comunes, según el Manual MSD.

Diagnóstico y tratamiento del hígado graso

Teniendo en cuenta que el hígado graso no suele presentar síntomas, salvo cansancio o molestias abdominales, es el médico el que debe sospechar de esta afección tras obtener resultados anormales en ciertas pruebas realizadas por otros motivos.

El análisis de la historia clínica del paciente seguido de un examen físico y de diferentes pruebas tales como análisis de sangre, ecografía e incluso biopsia son los métodos que tienen los especialistas para diagnosticarlo.

Debido a que de momento no existen tratamientos específicos, las vías para paliar dicha patología son: controlar o eliminar la causa, bajar de peso, dejar de beber alcohol o adoptar medidas para controlar la diabetes o reducir los niveles de triglicéridos.