Las lesiones musculares son una de las lesiones más temidas por los médicos. De hecho, "han retirado a muchísimos jugadores y han puesto en dificultad la carrera de muchos más", sentenciaba el traumatólogo Pedro Luis Ripoll en una entrevista para el canal de Twitch de ElDesmarque.
Dependiendo de la gravedad, el tiempo que los futbolistas pasan en la enfermería puede dilatarse. Un claro ejemplo es el caso de Pedri, cuya última lesión muscular fue a primeros de marzo, pero lleva encadenando recaídas desde el 2021.
En la población general esto sucede igual, y no sólo afecta al paciente sino que estas lesiones tienen fuertes impactos socioeconómicos por las pérdidas de productividad laboral.
Sin embargo, estos largos periodos de recuperación parece que tiene los días contados ya que un estudio de la Universidad de Barcelona con modelos animales, publicado en la revista Journal of Physiology, ha diseñado una nueva estrategia terapéutica que puede acelerar la recuperación de una lesión muscular simulando, a través de una cámara hipobárica, las condiciones de gran altura geográfica.
Desde hace tiempo, las cámaras hipobáricas se usan para mejorar la condición física en deportes de alto rendimiento, tales como alpinismo, escalada..., y en sectores profesionales como la minería en altitud y la observación astronómica.
En condiciones de hipoxia hipobárica, el cuerpo se expone a un ambiente de baja presión atmosférica en el que las células captan menos oxígeno y generan una respuesta fisiológica.
En los tejidos, la hipoxia provoca una activación local de la vía de HIF, un sensor de los niveles de oxigenación. «Cuando la cantidad de oxígeno que llega a las células no es suficiente, la proteína HIF actúa como interruptor que activa una serie de cambios en el metabolismo para compensar este déficit», explica la profesora Garoa Santocildes.
Esta proteína activa la proliferación de más vasos capilares, un proceso que aportaría a escala muscular más factores de crecimiento, substratos metabólicos y oxígeno que favorecen el proceso de regeneración muscular después de la lesión.
Además de las lesiones musculares, el catedrático Ginés Viscor, jefe del Grupo de Fisiología Adaptativa: Hipoxia, Ejercicio y Salud de la Universidad de Barcelona, apunta que "probablemente las lesiones mio-tendinosas podrían acelerar su recuperación".
Junto a esto, ponen sobre la mesa el efecto que esta terapia tendría en otras lesiones fisiopatológicas, como por ejemplo, para contrarrestar la atrofia muscular de la sarcopenia -enfermedad caracterizada por la pérdida de masa y fuerza musculares-.
"Incluso se podría mejorar su aplicación en la recuperación de afectados por el síndrome de covid persistente», concluye el equipo.