La cantante Gisela, tres días después de pasar por una cesárea, ha entrado al quirófano por piedras en el riñón, motivo por el que ha sufrido algunas complicaciones durante el embarazo de su hijo Indiana. No obstante, esta intervención no le ha pillado de imprevisto, sino que era algo que tenía planeado desde antes del embarazo.
Dependiendo del tamaño, ubicación y tipo, los profesiones suelen tratar las piedras en el riñón de una u otra forma. En ocasiones, se eliminan a través de la orina al pasar por las vías urinarias sin necesidad de tratamiento, mientras que en otros casos sí que es necesario intervenir quirúrgicamente.
Como acabamos de explicar, aquellas piedras en el riñón que no causan ni obstrucción ni infección y se eliminan por sí solas apenas se utiliza tratamiento, salvo para frenar el dolor, según el Manual MSD.
Cuando estas piedras son demasiado grandes y el organismo no es capaz de eliminarlas por sí solas, los tratamientos que se emplean son los siguientes:
Aunque no todos los cálculos en el riñón presentan dolor, especialmente los más pequeños, los síntomas más comunes en relación al dolor son:
El dolor puede durar un corto o largo periodo de tiempo o aparecer y desaparecer por momentos. Este puede ir acompañado de náuseas y vómitos.
En cuanto a la orina, el cuadro sintomático puede ser:
Otros de los síntomas incluyen fiebre y escalofríos.
Desde el Instituto Estadounidense de Diabetes y Enfermedades Digestivas y Renales recomiendan tomar líquidos para evitar que se formen piedras en el riñón. Aunque el agua es la mejor opción, las bebidas cítricas también pueden ayudar a evitarlas.
De hecho, algunos estudios muestran que la limonada y el zumo de naranja protegen contra los piedras en los riñones porque al contener citrato impiden que los cristales se conviertan en piedras.
Además, una vez que una persona ha tenido piedras en el riñón, es posible que los médicos le receten medicinas para evitar que se formen más piedras. Estos fármacos pueden variar en función de la tipología de las piedras.