Lucía Freitas es una reconocida chef gallega que cuenta con una estrella Michelín y tres soles de la Guía Repsol, uno de ellos el premio Sol Sostenible. La particularidad que tiene es que no todas sus comidas puede comerlas, o al menos no debería, porque tiene intolerancia a la fructosa.
Ella misma ha confesado en algunos medios que a pesar de su intolerancia sigue probando sus platos, pero ahora en cantidades más pequeñas para evitar encontrarse mal. Además, ha dejado de comer con su equipo, cuestión que echa mucho de menos.
La fructosa es un monosacárido -un hidrato de carbono de una sola molécula- de absorción rápida que está presente de forma natural en una gran variedad de alimentos.
Fructosa libre: presente en verduras, hortalizas y miel. Los productos de menor a mayor contenido de fructosa libre son: melocotón, fresas, plátano, ciruela, uvas, zumo de naranja, cerezas, manzana, pera, dátiles y miel.
Constituyendo un disacárido, denominado sacarosa o azúcar
Fructanos: presente en algunos vegetales y trigo, como por ejemplo, pan, pasta, cuscús, cebada, cebollas, puerro, ajo, coles de bruselas, col, brócoli, alcachofa, inulina o achicoria.
Jarabe de Maíz con Alto Contenido de Fructosa (JMAF): principal fuente de fructosa en alimentos procesados. Presente en refrescos, galletas, bollería industrial, productos de pastelerías, aderezos...
Síntomas y diagnóstico
Algunos de los síntomas propios de la intolerancia a la fructosa y que activan las sospechas entre los profesionales, según la Academia Española de Nutrición y Dietética, son:
Dispepsia -molestias en la parte alta del abdomen-
Meteorismo -gases y aumento de sensibilidad-
Diarrea
Distensión o hinchazón abdominal
Periodos de diarrea con estreñimiento
Náuseas
Vómitos
Mareo
Cefaleas
Depresión
Llagas y úlceras en la lengua
Disminución de la capacidad de concentración y atención
Alteraciones dermatológicas
Alteraciones menstruales
Caída de pelo
Debilidad de uñas
Dolores musculares
La intolerancia a la fructosa se diagnostica a través de la prueba de hidrógeno espirado. El paciente debe tomar una cantidad controlada de fructosa y después soplar cada 20 o 25 minutos durante unas tres horas.
La prueba consiste en la comparación de mediciones de los gases metano e hidrógeno. Una efectuada antes de tomar la fructosa, y las demás después.
Además de la intolerancia a la fructosa, la chef Lucía Freitas también tiene SIBO, déficit de DAO y alergia al anisakis.