Romeo, es un niño que nació con una discapacidad visual. Su madre, Lucía, cuenta, a través de su cuenta de Instagram @lucialovesromeo, cómo es su día a día y cómo junto con Roberto, el padre de Romeo, se adaptan, visibilizan y afrontan la ceguera de su hijo.
La historia no queda aquí, sino que la pareja se puso un reto "improvisado, pero muy pensado" -según cuenta Lucía a ElDesmarque-: ir al partido del FC Barcelona contra el UD Las Palmas en el Estadio Olímpico de Montjuic para que Romeo pudiera sentir a su equipo de la mejor forma posible.
Aunque a priori puede parecer una locura, teniendo en cuenta que Romeo no ve, sumado con el ruido propio de un estadio de fútbol, Roberto tuvo una gran idea para que, además de escuchar la retransmisión del partido por los auriculares de conducción ósea, pudiera hacerse una idea mejor del espacio y de los movimientos de los jugadores.
Debido a la discapacidad que tiene Romeo, el tema de la adaptación es algo muy habitual y que tanto Lucía como Roberto tienen muy presente en el día a día. De esta forma, maquetaron el partido en una carpeta de tácticas.
Le marcaron con un hilito de silicona todos los márgenes del campo para que tuvieran relieve: el área, los córner, la portería, los límites del campo...Además, utilizaron imanes para representar a los jugadores y al balón. Los jugadores del Barcelona se diferenciaban de los de Las Palmas porque tenían un punto de silicona, mientras que el balón tenía una cruz.
"De esta manera él podía ver con sus manos la jugada, los jugadores y por dónde iba la pelota", explica la madre de Romeo. Así, a Romeo los goles no le pillaron de imprevisto, momento que a veces le asusta por el bullicio que se monta.
"Hasta que no lo probamos para ver si funcionaba no lo compartimos. Y funcionó, lo logramos y estamos felices", cuenta Lucía. Y añade que Romeo "ha venido con otro concepto muy diferente del básico que tenía -antes tan sólo escuchaba el partido por la tele o por la radio-".
Debido al éxito que ha tenido la idea de Roberto, no dudan en volver a repetir la experiencia.
Además de la forma en la que Romeo vivió su primer partido de fútbol en directo de su equipo favorito, pudo conocer, tocar y hablar con los jugadores del Barcelona, una experiencia que muy pocos pueden contar.
La discapacidad visual de Romeo le obliga a tocar todo, por eso la experiencia con los jugadores dejó momentos con alguna que otra carcajada. A Raphinha le preguntó que por qué tenía tantas joyas y a Ter Stegen que qué manos más grandes tenía.
"Ha sido como el paso a paso para que él pueda tener su propio croquis en la cabeza más parecido a nuestra realidad", cuenta Lucía a ElDesmarque.