Las abejas, mosquitos, avispas, arañas... son temidas por gran parte de la población por sus picaduras, sobre todo cuando llega el buen tiempo. Sin embargo, hay un artrópodo que aunque no pica, causa pánico y repugnancia en ciertas personas simplemente con pensar que pueden estar presentes en el mismo lugar que ellos. Este animal son las cucarachas.
La mala noticia, especialmente para estas personas, es que este tipo de artrópodo está protagonizado mutaciones genéticas aleatorias, esto significa que algunas especies de cucarachas están sufriendo alteraciones en los genes de una manera que no está pautada. Esto no es algo insólito sino que puede ocurrir en todas las especies de repente.
Algunos medios hablan de que esta mutación es consecuencia del cambio climático, pero en realidad, Jorge Galván, director general de la Asociación Nacional de Empresas de Sanidad Ambiental (ANECPLA), asegura que "una cosa no es consecuencia de la otra".
Estas alteraciones están teniendo lugar en todos los sitios por igual, pero sí es cierto que se ven más en aquellas áreas donde más cucarachas suele haber, como las zonas de costa.
Al mismo tiempo que estas cucarachas están mutando también se están volviendo resistentes a algunos tipos de biocidas -sustancias que tratan de controlar cualquier organismo nocivo para el ser humano- por lo que son más difíciles de controlar.
"Si estamos tratando de controlar esta población de artrópodos, las especies que no son resistentes sí se eliminan, pero las que son resistentes además de que se mantienen con vida se reproducen aumentando el volumen de esta población", explica el profesional.
No obstante, él mismo añade que ya están trabajando para darle solución a este problema. "Estamos haciendo una gestión integrada de plagas para evaluar cómo funcionan estas nuevas especies ante nuevos tratamientos para así asegurarnos su control", detalla.
Prueban nuevas técnicas, tratamientos, alternan biocidas... ya que además de las mutaciones genéticas aleatorias, hay a veces que "por ciertos motivos les deja de gustar x tratamientos. De hecho, en algunas lugares sí que son efectivos, pero en otros no". recalca el mismo.
Aunque en el caso de las mutaciones de las cucarachas, el cambio climático no tiene nada que ver, sí que afecta en otros aspectos. "Debido al aumento de las temperaturas cada vez hay más artrópodos", matiza Jorge Galván.
Cada vez hay más meses con temperaturas idóneas para que estas poblaciones se reproduzcan, teniendo en cuenta que en invierno no sobreviven porque no pueden mantener la temperatura corporal.
Sin embargo, mientras las especies que "no nos interesan están aumentando el volumen de las poblaciones, en general están sufriendo una pérdida de biodiversidad", apunta como dato curioso el director general de ANECPLA.
Este concluye que para que la eliminación de plagas se concluya con éxito, ya sea por la mutación de las cucarachas como por el aumento de la población por las altas temperaturas, es fundamental "dejar a los profesionales que hagan su trabajo ya que son los que pueden aplicar el tratamiento más adecuado para cada especie".