Isabel Pantoja se ha visto obligada a suspender su espectáculo, previsto para este martes en el Recinto Ferial de Tenerife, por motivos de salud y de acuerdo a lo que le ha recomendado su médico.
Según han desvelado, la cantante padece tromboflebitis, una inflamación de una vena por la formación de un coágulo de sangre en su interior. Aunque no han detallado qué parte del cuerpo es la que tiene afectada, esta afección suele darse en las piernas.
Tal y como diferencia la Clínica Universidad de Navarra, principalmente existen dos tipos de tromboflebitis: superficial y profunda. La primera afecta a las venas ubicadas justo debajo de la piel por lo que es menos peligrosa, pero aún así puede causar molestias y complicaciones. A la segunda también se la conoce como trombosis venosa profunda (TVP), en esta están implicadas las venas profundas del cuerpo y su gravedad es mayor.
Teniendo en cuenta que la causa de la tromboflebitis es un coágulo de sangre, los motivos por los que este puede formarse son: como resultado de una lesión en una vena, de un trastorno de coagulación heredado o por estar sin moverse durante mucho tiempo, indistintamente del motivo, enumeran desde Middlesex Health.
Respecto a los factores y condiciones que aumentan el riesgo de padecer una tromboflebitis son: tener más de 60 años, ser fumador, tener cáncer, sobrepeso u obesidad, haber sufrido un accidente cerebrovascular o episodios previos de tromboflebitis, estar embarazado o acabar de dar a luz, antecedentes familiares, llevar un marcapasos o un catéter, tener varices, tomar anticonceptivos o recibir terapia de reemplazo hormonal o estar sentado durante un vuelo o en cama por una lesión/enfermedad que imposibilite tu movimiento durante un periodo prolongado.
Los signos más frecuente de la tromboflebitis, según Medline Plus, son:
Cabe diferenciar que cuando se trata de una tromboflebitis superficial puede verse una especie de cordón rojo, duro y sensible al tacto, mientras que cuando la tromboflebitis es profunda, la pierna suele hincharse, volverse sensible y manifestar dolor.
Cuando se tiene alguno de estos síntomas, sobre todo si la persona cumple también alguno de los factores de riesgo, es importante acudir a Urgencias lo antes posible y acompañado, en la medida de lo posible.
Para diagnosticar la tromboflebitis, primero se somete al paciente a una evaluación clínica y una entrevista para conocer sus síntomas. Finalmente, para confirmar dicho diagnóstico se somete le a una ecografía, venografía, pruebas genéticas o estudios de coagulación sanguínea.
El objetivo principal del tratamiento es aliviar los síntomas, evitar que el coágulo se propague y reducir el riesgo de complicaciones. Analgésicos, anticoagulantes, medicamentos como el ibuprofeno y trombolíticos son los fármacos que suelen indicarse para su tratamiento.
El médico también puede aconsejarle que reduzca o quite la presión de la zona del cuerpo afectada, tanto para disminuir el dolor como para evitar un daño mayor, o que ponga en alto dicha área.
La extirpación venosa o quirúrgica de una vena cerca de la superficie y el bypass son otros de los tratamientos que suelen darse, aunque son los menos frecuentes.